Expresión Libre

viernes, 5 de diciembre de 2014

Teologia


Vocaur

En Culiacán estábamos a 46
café con sal,
raíles achicharrados.
aquí a 36
la gloria,
cerveza con sal,
la autopista,
la moto,
los esprincos.
La vida debe ser canalizada;
la sangre no debe correr así, como así.
la tempestad en sima.
dios debe ser redireccionado;
suministrarse en las tomateras
gota a gota...
dios abrasando,
dios consumiéndose la entrepierna,
dios perro rascándose las pulgas,
cristal femenino rompiéndose
al tacto del hijo.
Calor insoportable.
manos hembras y cristianas unidas
exprimiendo el horizonte.
no distancia, no consiente.
¿Si la virgen hablara...?
¿si el tiempo existiera...?
¿si fuéramos libres...?
¡si valiera la pena sudar...!
Palabra y dios no son compatibles;
razón y revelación no son compatibles;
una serpiente no puede hacer daño a un dragón;
“Hay que revertir la historia”
En sonora a 5o...?
aquí a 36...
autopista,
moto,
y sal...
¡dios mío porque no me das una cerveza...!

Paraíso en Llamas


La Guerra de Paraguay (1864-1870)
Joel Eliasib López Velasco
Parte VI

El Inicio del Fin

La marea comenzaba a cambiar de dirección para los guaraníes y se aprestaba a golpearlos de manera furiosa. Tras una serie de estrepitosas derrotas y con el orgullo pisoteado, el Imperio de Pedro II volvía a la lucha, buscando la revancha y recuperar su honor. Brasil sería el primero en dar el contragolpe a Paraguay, un contragolpe que marcaría el futuro de la guerra. El 11 de junio tuvo lugar la más importante batalla naval de la guerra, en la cual, la poderosa e invicta flota paraguaya se enfrento a la del imperio brasileño, la batalla de Riachuelo. Esta batalla naval finalmente acabo con la legendaria fama de la flota guaraní cuando la armada carioca le propino una devastadora derrota de tal magnitud que termino por aniquilarla1. Sin su poderosa flota y bloqueada por la armada carioca, Paraguay perdió su potencia ofensiva y era incapaz de mantener sus conquistas. La nación paraguaya no tenía otra opción que retroceder del territorio conquistado y pasar a una posición defensiva. Esta sería la tesitura de la guerra desde finales del año de 1865, un Paraguay sitiado, luchando por contener a sus enemigos fuera de sus fronteras mientras una Triple Alianza iniciaba una demoledora campaña ofensiva. Consciente de que todo el poder de Paraguay, ahora sin el respaldo de su flota, sería insuficiente para vencer toda la potencia de la Triple Alianza, el hombre fuerte guaraní le propuso al comandante de la Alianza, el presidente Mitre, un arreglo de paz el 12 de septiembre de 1866. El general de las fuerzas aliadas le comunicó al presidente Solano que la paz se firmaría si Paraguay aceptaba la culpa total de la guerra, entregaba a Brasil y Argentina los territorios en disputa, permitía el uso

1 Leslie Bethel, The Paraguayan War, Institute of Latin American Studies, Londres, 1996, p.13

libre del río Paraná y pagaba una cuantiosa indemnización a los países afectados: Brasil, Argentina y Uruguay. El presidente de Paraguay acepto los difíciles términos sin embargo existía una clausula más, debía renunciar al gobierno de su nación. Tal como lo esperaba el comandante supremo de la Triple Alianza, el hombre fuerte de Paraguay rechazo tan humillante tratado de paz, especialmente los humillados brasileños que buscaban a toda costa castigar la insolencia paraguaya. Para los comandantes aliados, la guerra en contra de Paraguay no era otra cosa que la guerra de la civilización en contra de la barbarie. Paraguay, en la mentalidad de los brasileños y argentinos, era una tierra de salvajes, barbaros o en el mejor caso semi-civilizados, conformados por una raza degenerada con alta cantidad de sangre india2. Estos barbaros, encabezados por un déspota sanguinario amenazaban con destruir el mundo culto. Para Brasil no existía otra opción que la total derrota de Paraguay, la destrucción de la potencia de Asunción y la muerte de Don Francisco Solano. Ante tan terrible panorama la nación guaraní no tenía otra opción que continuar la guerra y contener a los sitiadores.
El Último Gran Contraataque Guaraní
El 22 de septiembre de 1866, apenas pasados diez días de haber rechazado el humillante tratado de paz, Paraguay logró su última gran victoria en Curupaití, localizado en la región del río Paraná. La victoria guaraní se debió en parte a la bravura de los defensores paraguayos y al exceso de confianza de la Triple Alianza. Confiados en el poder naval brasileño y en las recientes victorias, los aliados decidieron lanzar un ataque frontal a las fuerzas de Paraguay apostadas en Curapaití. La fortaleza guaraní resistió el embate aliado y respondió fieramente la agresión, el fiero cañoneo paraguayo le impuso una devastadora derrota a la Triple Alianza la peor de toda la guerra. El saldo de los caídos de las fuerzas aliadas alcanzaban la escandalosa cantidad de diez mil muertos mientras que los paraguayos
2 Guerra Contra la Triple Alianza.
http://www.youtube.com/watch?v=I8HYJdViFBE

solo perdieron cincuenta hombres3. Tras esta vigorizante victoria, la enfermedad le otorgaría un año de reposo (1866-1867) a la atribulada nación guaraní ya que una epidemia de cólera asolo el ejército de los aliados especialmente a los soldados argentinos y uruguayos. Aunado a esta severa crisis, una fuerte insurrección en Argentina forzó al comandante supremo del ejército aliado Bartolomé Mitre renunciar a su cargo y atender la apremiante situación de su nación. Por el momento, la marcha de la maquinaria de guerra de la Triple Alianza había sido paralizada sin embargo, ya se encontraban dentro del territorio guaraní. Finalmente en el mes de julio de 1867 la asolación de los mitológicos Nosoi4 se alejó del campamento aliado. La Triple Alianza está lista para continuar la guerra con Paraguay y no tiene otro objetivo que la destrucción total del poder de Asunción.
Victoria Sin Tregua
La situación era ya desesperada para los defensores paraguayos, los cuales no podían detener y mucho menos expulsar las fuerzas invasoras de su territorio. Desde la destrucción de su poderosa flota, la guerra había sido devastadora para la nación paraguaya. Sus mejores hombres habían muerto en combate, su arsenal estaba casi agotado y con sus rutas de comercio bloqueadas por la naval brasileña, la una vez floreciente nación guaraní se precipitaba sin freno hacia la destrucción. Paraguay tras seis años de guerra, enfermedad y muerte era un paraíso en llamas. Las fuerzas aliadas cerraban su mortal circulo sobre el corazón y centro neural paraguayo, la ciudad de Asunción. La situación se volvía insostenible para los guaraníes tras casi seis años de guerra, pues mientras Paraguay dependía únicamente de sus recursos, los cuales se extinguían con el pasar de cada día, Brasil y sus aliados recibían un flujo

3 Guerra Contra la Triple Alianza.

4 Según la mitología griega estos eran los espiritus (daimones) de las plagas, enfermedades y mortandad que escaparon de la Caja de Pandora.

incesante de fondos monetarios y armamento, especialmente de compañías inglesas5. El tiempo fue el peor enemigo de Paraguay, poco a poco fue erosionando su poderío militar y vitalidad de combate. La caída de la capital guaraní, Asunción, parecía inevitable. Pese a la heroica defensa de su ciudad, los paraguayos vieron con horror como las fuerzas aliadas tomaban Asunción el primero de enero de 1869. El hombre fuerte de Paraguay, Don Francisco Solano, tras la caída de su capital, se vio obligado a enfrentar al invasor sin un ejército más que el conformado por viejos, mujeres y niños mal equipado y mal alimentado. El dictador se retiro a la región montañosa al noreste de Asunción y desde allí combatió a las fuerzas aliadas, las cuales en su mayoría eran brasileñas. Esto enfureció al nuevo comandante supremo de las fuerzas de ocupación, el Conde d’Eu, el cual envió veinte y un mil soldados con el fin de aplastar la resistencia. En las campañas libradas en contra de los guerrilleros guaraníes perecieron cinco mil de estos. Don Francisco Solano, el hombre fuerte e inconmovible, logró conformar un nuevo ejército y prestó una final resistencia a las fuerzas de ocupación en la que se ha llamado la batalla de Campo Grande. Era triste ver el deprimente estado al que habían caído las fuerzas paraguayas. Pues al iniciar la guerra, contaba con el ejército más poderoso de Sudamérica sin embargo, al momento de la batalla final estaba constituido por niños, mujeres y ancianos mal armados y mal alimentados6. La batalla de Campo Grande como el final de una gran tragedia griega, o una escrita por la pluma de William Shakespeare las fuerzas, enfrentaron heroicamente a las diezmadas huestes paraguayas con las bien equipadas fuerzas aliadas constituidas en su mayoría por las fuerzas del imperio brasileño.
 
                                                              continuará...

5  Leslie Bethel, The Paraguayan War, Institute of Latin American Studies, Londres, 1996, p.7.
6 “La Guerra de Paraguay”, Historia de Iberoamérica Tomo III: Historia Contemporanea, Madrid: Catedra, 1998, p. 309.

Ante el vuelo…


Alejandro Farías

Ante el vuelo impávido
de tu rostro aterido
disimulo ser escalpelo
de grava atónita y circundante
perezoso atardecer escalfado
en sábado negro de molusco

Mujer


Saturnino Ruiz Roque

Mujer, cuántos días, atardeceres y noches
Pasaremos juntos, en la orilla de un bosque
Para que las estrellas, de todo el universo
Reflejen las aguas, los cristales de tus ojos.


Para estar juntos, besar tus temblorosos labios
Tocar mis manos, al éxtasis de tu ardiente piel
Aliviar nuestras almas, de aquel lejano dolor
Que me dejaron tus silencios, tantas tristezas.

Déjame que te apriete ¡contra mi pecho mujer!
Quiero secar cada lágrima, de claras luces
Que por la distancia y la nostalgia nos dolió.

Quiero arder ¡en tus labios de fuego! todo el amor
Y contemplar en los bosques perennes, tu cuerpo
Temblando a mis brazos, toda tú, ¡por siempre jamás ¡


Formando a un espartano:


la educación militar en la antigua Esparta
durante los siglos VIII-VI a.C.
Parte I
Iván Segura Muñoz

Desde el inicio de su existencia, la humanidad ha llevado a cabo un proceso de desarrollo general, el cual, se vuelve cada vez más complejo conforme pasa el tiempo; dicho proceso ha dado como resultado la sociedad actual en que vivimos, pero para poder llegar a este punto, las numerosas generaciones que nos antecedieron aportaron su granito de arena de una u otra forma, dejando así un legado hacia la posteridad. Una de las finalidades de la historia, es estudiar al hombre por medio de ese legado que ha dejado detrás, para comprender mejor su naturaleza y mentalidad, sin embargo no es una tarea pequeña, ya que existen numerosas formas por medio de las cuales estudiarse la humanidad, la historia militar es una de ellas.

La guerra ha sido una de las actividades que los hombres han practicado por milenios; básicamente es la resolución armada de un conflicto diplomático entre dos o más bandos. La gran duración de esta actividad en la historia del hombre se debe en parte, a la gran utilidad que los estados han encontrado en la guerra, tanto para la supervivencia como para el fortalecimiento de un gobierno; asimismo en el imaginario del hombre, la guerra ha sido asociada a muchos ideales como el honor, la gloría, el patriotismo, el valor, etc. En los últimos siglos los estados han tenido que justificar las guerras debido al gran peso de la opinión pública; Sin embargo, mediante la propaganda y la explotación de valores nacionalistas, han convencido a la población no solo de apoyar las guerras sino de participar en ellas. Desde la segunda mitad del siglo XX, los conflictos bélicos se han reducido –aparentemente– debido a la gran destrucción que la tecnología militar es capaz de hacer, sin embargo la guerra es una actividad que la humanidad probablemente nunca deje de llevar a cabo.
Ahora que es posible entender la importancia de la guerra para el hombre, podemos observar cómo esta actividad ha modificado no sólo a los gobiernos, sino a sociedades enteras, e incluso, en algunos casos, la guerra ha sido la guía de sociedades y estados, un claro ejemplo de esto es el pueblo espartano.
Esparta fue una de las ciudades-estado más importantes de la antigua Grecia, rivalizando en poder e influencia con Atenas, pero a diferencia de esta, Esparta no llegó a ser importante en el mundo heleno por su comercio, arte y filosofía, sino por la influencia que obtuvo a través de campañas militares exitosas (Grimberg y Svanstrom, 1979, pp. 92-93) y el prestigio de su ejército. Esparta fue la principal potencia militar del pueblo griego hasta antes del auge de Macedonia; sus soldados no tenían parangón, pues, a diferencia de los demás ejércitos griegos, los soldados espartanos no tenían otro oficio, por lo tanto se dedicaban exclusivamente a prepararse para la guerra, lo cual se veía reflejado en sus grandes aptitudes en el combate, así como en su fuerte disciplina, esto les ayudó no sólo a ganar batallas sino a provocar miedo en el enemigo. Es fácil comprender el éxito militar de los espartanos gracias a su filosofía, basada en la constante preparación para la guerra, la búsqueda del valor, honor y el perfeccionamiento físico –pero sobre todo– en dar mayor renombre a Esparta y defenderla sobre todas las cosas. La vida de un espartano estaba regida por una estricta disciplina y una carencia de lujos para endurecer el espíritu y reducir al mínimo las debilidades de sus ciudadanos; Entre los griegos los espartanos eran quiénes destacaban por su rudeza en la vida diaria y su falta de expresión sentimental (p. 95).
Ahora bien, una posible explicación para comprender el desarrollo de una forma de vida tan estricta, radica en el desequilibrio existente en la sociedad espartana, que estaba compuesta principalmente por tres grandes grupos: los espartiatas, periecos e hilotas.

Los espartiatas eran los habitantes de la ciudad de Esparta, la élite social, y poseían grandes porciones de tierra que no trabajaban, pero si recogían sus frutos por medio de otros grupos. Las obligaciones de los espartiatas consistían en la participación política y el constante entrenamiento para la protección del estado en los varones y la procreación de niños saludables en las mujeres (Casillas, 1997, pp. 46-48). Por otro lado, los periecos eran la “clase media” de la sociedad espartana, los pueblos lacedemonios conquistados por Esparta pero que se les consideraban iguales, por lo que gozaban de una condición aceptable; estas personas solían llevar a cabo actividades como el comercio, la artesanía, etc. Finalmente se encontraban los hilotas, quienes representaban a la mayor parte de la población bajo el gobierno espartano, esta clase social era la más baja en la jerarquía, se desconocen sus orígenes exactos pero se cree, que fueron parte de la ciudad de Helos y tras su conquista fueron reducidos a la servidumbre (pp. 60-61). Los hilotas eran propiedad del estado espartano, por ende estaban obligados a cultivar las tierras de los espartiatas y pagarles su cuota anual de las cosechas. Su supervivencia y la de su familia se basaban en los excedentes que se generaban de las cosechas. Se sabe que las relaciones entre los hilotas y los espartiatas eran tensas, lo que supuso una constante amenaza para el statu quo (Gómez, 2001, pp. 124-125; Casillas, 1997, pp. 59-62), es por esta razón que los espartiatas implementaron una forma de vida estricta, donde siempre se estaba a la defensiva para demostrar su fuerza a las clases inferiores y en el caso de una rebelión, poder sofocarla fácilmente, pero su debilidad se manifestaba en tiempos de guerra, pues se debía dividir el ejército para llevarlo a pelear y al mismo tiempo mantener el orden en Esparta.
                                                            Continuará...

El doble


Jesús Alfonso Silva Íñiguez

En la vida me han pasado muchas cosas raras. Coincidir con alguien en el que estoy pensando; pensar lo mismo que otra persona decirlo en voz alta y que nos coordinemos para decirlo. Terminar trabajando con personas que conociste de niños. Viajar a la playa y encontrarte con amigos o parientes, cosas de esas, pero ningún encuentro se compara al que me sucedió cuando tenía algo así como ocho años. Visitábamos a la comadre de mi mamá y uno de sus hijos conocido como el Mike, siempre que me veía decía eres igualito a un morrillo de por mi casa y yo sólo pensaba que quizás por ser niños tendríamos algún parecido, la altura el color de piel algo; las facciones típicas de los niños las mejillas gorditas, los rasgos de infante. Y en esta ocasión de la visita se nos ocurrió jugar a los boxeadores, quizás por tener a uno de los más grandes de la historia en activo cómo lo es Julio César Chávez González, el Box estaba en su apogeo a pesar de privatizar las peleas y llevarlas al pago por evento.
Las cosas se pusieron de la siguiente manera: convertimos la visita en un mini torneo. Primero me enfrenté a un vecino de la zona muy moreno que por razones prácticas era conocido como el More, después enfrenté a mi hermano mayor sólo un año, pero los combates marcaron un record de una victoria sobre el More y una derrota a manos de mi hermano el Calvo. Ya cansado de las peleas fuimos por refrescos y comida, reposamos la comida y volvimos a buscar oponentes como en una pelea callejera pero con guantes. Y justo buscábamos contrincante cuando, pasó mi supuesto gemelo perdido, pero la verdad no podía creer la similitud que tenía conmigo, la cara era prácticamente igual: los ojos, la nariz, la boca y la forma de la cara; cuando nos presentaron fue una sensación indescriptible fue como conocerme a mí mismo. ¿Pero qué hacer cuando conoces a tu idéntico? Pues al más puro estilo de la película de Jet Li llamada El único, tratamos de descubrir quién era el más fuerte. Y nos pusimos los guantes creo que el Mike tendría un problema para distinguirnos pues hasta la ropa era parecida, la única diferencia es que él tenía un tono de piel un poco más claro que el mío. Y comenzó la pelea fue algo así como tres minutos, soltamos los puños como si no existiera un mañana, golpes por todos lados, principalmente a la cara, en un intento por recuperar mi rostro. Al final el Mike decretó un empate. La decisión no me importó fue como pelear frente al espejo. Desde ese día me preguntaba que fue de mi doble, y la respuesta me llegó años después cuando me dijeron que igual que yo se dejó el pelo largo y engordo, el Mike puntualizó – No chingues siguen igualitos –. Este combate me lleva a considerar otra cosa, es muy común que me digan que me parezco a alguien, siempre conozco gente nueva, misteriosamente surge el comentario, pero hay una conclusión a la que se puede llegar o realmente tengo un rostro muy común o tengo muchos parientes traviesos dejando primos por el mundo o la última y más perturbadora: existe un programa secreto del gobierno que trata de estandarizar a la población en un intento bizarro por crear un ejército para la dominación mundial algo así como los clones de Star wars.

Los niños…


Manuel Rayas

Los niños vírgenes
En el umbral de sendas
Cuentan la historia del reflejo
Facciones elucubradas trituradas
Ala
Voz de la luna
Guía la prolongación eterna
Fuego que se derrama
Sueño
Polvo
Andar de huellas
En el arco del pecho
De arriba abajo
La sangre muerta
La llama oscurece
No sé qué tarde maldita
Las nostalgias se afilan para dentro del ser
Sombra
Fisonomía de vitrales
En el espacio inerte
En la fuente del principio
Siglos fragmentados
Arena
Minuto contado en circulo en las orbitas de la aurora
Una mujer
En mano enmudece
Ángeles que fueron demonios
Estatuas

Mis pecados y ella

Elena Aguilar

Ella tenía ojos cafés, de ese café profundo que en la oscuridad de la habitación no conocía el límite de las pupilas. Sólo ella era capaz de tragarme con esa mirada suya de deseo. Solo yo era el tonto que caía una y otra vez en el abismo de esos ojos. Solos los dos, en el asiento trasero de un taxi nos tomamos las manos, mientras el conductor daba la vuelta en una calle adoquinada en recuerdos. “Te amo” susurró ella en mi oído antes de bajar del automóvil. Impotente pude ver como las puertas de aquel convento de monjas del que tantas veces la ayudé a escapar para ir de juerga, se la tragaban por una pequeña hendidura en la orilla. Yo bien sabía que después de aquella noche, la única que decidimos pasar tranquilos en mi apartamento, no la vería nunca más. Que se iría para siempre, a recorrer el país haciendo lo que ella más amaba, enseñar. Enseñaría la lengua española a todos los niños sin padres, los educaría arduamente porque si bien ella no estaba casada con Dios, si lo estaba con las letras, con los libros, con la palabra misma. Y he de agradecer dicha unión, pues si no hubiese ella estado consagrada a la poesía, no habría puesto jamás ese bellísimo par de ojos en uno de mis versos, para posarlos después en mí con una espléndida sonrisa. Ahora escribo sobre ella, con la esperanza de que en algún momento, ya sea por curiosidad o por destino, ella me lea y vea que la amé, que la amo y la seguiré amando hasta que mis huesos sean polvo y el polvo llegue al sol.

El jarabe mixteco...


Samuel Rodríguez

El jarabe mixteco, se puede tomar un 31 de diciembre
!Que importa que sea en algún lugar de los Estados Uni-dos!
El jarabe silencia el enorme ruido de esa máquina incesante.
Pero con una condición: los que lo bailan, lo deben hacer descalzos,
como en la provincia
!Que importa que sea en algún lugar de los iu-es-ey!
Escuchar los pies golpeando el suelo,
estremece el corazón, lo deja sobrio
de toda esta maraña occidental.
Es hora de dormir.

Tola


Cesar Corona

Caminando por una vereda regreso a casa. Eustolia, mejor conocida como Tola se encontró a Carmelo, su primer novio. Lo vio y se nervió un poco (él ni la conoció), su mente la llevó de regreso a sus 14 años. Cuando vivía en Tizapán el alto, que era hija de familia aún, cuando vivía cortito a la plaza y su vida se concentraba en brincarse las trancas puestas por sus padres Faustino y Jovita. Tola era relaja, siempre echando tiro con la mirada, no faltaba motivo para festejo. El pueblo sólo tenía 11 festividades religiosas entre templos y capillas, un lugar siempre enfiestado, donde el juego, los gallos, cantinas, pistolas y enamorados, eran la mejor cosecha de sus calles.
Tola aflojó un poco el paso, su mente seguía corriendo en aquellos días donde su ápa era pastor de gallos por mero gusto, se mantenía de su carnicería. Los domingos freía chicharrones de cochi, las zurrapas con frijoles machucados eran de lo mejor… Su má rezaba muy bonito, rápido y claro. Ninguna doña lo hacía mejor. También le gustaba jugar cartas, nomás por diversión, pues las doñas tenían como prenda de apuesta a las gallinas. Así que en el corral de la casa, lo que más se veía, eran gallinas.
Un domingo de esos, cuando los días comienzan hacerse cortos y las noches largas, Tola sin nada que hacer empezó a caminar rumbo al lago, entrada al barrio del atracadero se encontró con un niño ya añejón, tirado en tierra jugando caicos. Era Carmelo. Carmelo era medio agrio de modo, pues su padre era corajudo, de mecha corta. Y su madre trabajaba mucho en las cuadrillas del jitomate.
19
Tola invito a Carmelo al lago, él no se opuso y la acompañó. Sabe Dios lo que platicaban, pero parecían sonreír, Tola sacó una pachita de su bolso y le invitó un trago a Carmelo, sorbo a sorbo acabaron con el líquido ámbar. No le dieron importancia al lago, ni al ocaso del día, solo se sentían felices, carcajeaban, se decían, hacían todo tipo de caras y gestos, perecía que imitaban a los adultos. Quizá la edad, el brandy, el buen humor de Tola o que era domingo, pero algo había en ellos, solo en ellos.
Al regresar a casa, Tola pensó en tener novio, que mejor que Carmelo, por el momento.
A la mañana siguiente, mientras Tola le ayudaba a su má a desgranar máiz con un olote, planeaba la manera de como amacizar a Carmelo para novio. Algo debió haberle funcionado porque a los pocos días ya se les veía juntos, Tola siempre como una punzada, pero ahora de otro modo. Se miraba mucho al espejo, salía mucho más de casa, parecía que se preguntaba y respondía ella sola de quedito. Carmelo solo atendía unas vacas hoscas de su padre, sacarlas a pastar, ordeñar mañana y tarde, su agua. Levantar el estiércol del corral, cosas de esas. En su poco tiempo libre jugaba caicos. Todo esto es un decir porque en esos días solo buscaba estar con Tola, como que estaba empelotado. Pero como dicen pueblo chico, infierno grande. Los mitotes llegaron a los oídos de doña Jova. Ella, enchilada le puso una pela. Tola que en varios días no salió de casa, la reprimenda acabó con dejar de ser novia de Carmelo, que en el pueblo le decían carmuelo, por su dentadura. Solo así, sin un por qué, ni adiós, ni nada parecido. Simplemente terminó esa llamarada de petate.
Tola, solo hizo una mueca como de ligero placer. Volvió en sí, y apretó el paso a su casa, vivía en El Quelite. Donde su marido Merced, un hombre bragado, pegón y muy comelón, la esperaba para comer.

El mundo...


Carlos Islas

El mundo gira de una forma extraña,
diferente a las enseñanzas del abuelo,
que en otros tiempos, según eran mejores
a los nuestros, se vivía de otra manera.
Existía un respeto – dice el abuelo-
un honor y una lealtad, se amaba la vida,
el trabajo, se tenía complacencia con los amigos,
se les ayudaba y se confiaba en ellos.
Recuerdo las tardes frescas en el jardín
donde se reunía la familia a platicar,
a contar anécdotas e historias
que tenían una enseñanza para todos.
En aquellos tiempos,
los viejos tenían la voz de la experiencia,
se daban a respetar y educaban
a los menores con sabías palabras.
Eran otros tiempos…
Los hombres tenían palabra,
Ahora faltan huevos en el gallinero
-Dice el abuelo-

La pobreza


Víctor Hugo

María iba de regreso a casa un poco inquieta por lo que le dijo su maestra al director en el recreo: “la pobreza es una ilusión, con esta expresión encubren lo que en verdad debe ser llamado injusticia e ineficiencia en el reparto de bienes y derechos “eso la dejó muy pensativa pues seguido escucha la palabra “pobreza”, sin embargo, todavía no sabe bien lo que significa.
Para aclarar sus dudas María preguntó a Pedrito, el niño más inteligente de su clase, ¿qué era la pobreza?, él le dijo que ser pobre significa no tener nada.
Cuando María pasaba por enfrente de la autopista vio a don Sebastián. Ella decidió pasar a despedirse, ya que muy pronto don Sebastián se mudaría a la ciudad.
La curiosidad de María no tardó en aparecer y con toda la inocencia ella pregunto:
-¿Por qué se va a la ciudad?
El contesto que era porque su tierra ya no producía lo suficiente, y menos con las pocas lluvias que habían caído en el año, y que se iría a la ciudad porque allá le habían conseguido trabajo.
María le dijo que para que se iba si aquí tenía su casa y su familia y que si se iba para allá lo perdería todo, y se haría pobre.
Él se rio y contesto que al contrario él va para ganar dinero.

“¡Mmm! Teniendo tanto aquí, no sé por qué se va, no entiendo a los adultos” pensó.
María se despidió de don Sebastián y reanudo su camino.
Esa misma tarde cuando salió a jugar al quiosco María vio a un hombre muy sucio, el cual se encontraba tirado en el suelo y con su rodilla envuelta en olorosos trapos, ella no dudó en acercarse y preguntarle que por qué era pobre, él le contesto:
-Dicen que la gente elige ser pobre, que están así porque quieren, pero yo nunca lo elegí, desde que nací soy pobre.
-Yo vivía solo con mi padre, pero él nunca me ponía atención, se la vivía borracho, yo tenía que trabajar siendo un niño, fui explotado, hasta que un día tuve un accidente por el cual ya no pude volver a caminar, y después de un tiempo mi padre murió, me dejó solo sin un lugar donde vivir y sin dinero.
-Y por qué no se va a la ciudad, allá se consigue dinero.
-No niña. La ciudad corrompe a los hombres, tal vez les da dinero pero a cambio les empobrece el alma, el dinero no lo es todo en esta vida. Aunque no lo parezca ahora estoy tranquilo, ya vendí mi niñez, y ya no venderé la poca vida que me queda.
Cuando el hombre calló sonaron las campanas, eran las 6 de la tarde y María tenía que regresar a casa, pero no sin antes despedirse dándole un gran abrazo al hombre.
-Estos valen más que el dinero, adiós niña-.
Por la noche, antes de irse a dormir, María escuchó que sus

padres charlaban en la sala.
-Muy pronto tendré que irme –dijo el papá-
-Y qué haremos nosotras aquí solas respondió- preocupada la madre.
-No te preocupes, venderé mi tierra, les dejaré una parte, y con la otra pagaré el viaje, una vez este del otro lado, buscaré trabajo para enviarles dinero.
-que haremos si te pasa algo cuando estés cruzando la frontera. Y de seguro le venderás las tierras a ese abusivo arrendatario ¿verdad?... Él no te dará ni la mitad de lo que cuestan. Cree que por estar en esta situación somos ignorantes.
-no me pasará nada, y sí, se las venderé, él es el único que se arriesgaría a comprarlas. Que no ves que apenas y ha llovido desde que inició el tiempo de lluvias, la tierra está casi hecha talco.
María escuchaba escondida tras la puerta, su madre se ponía las manos en la nuca, su padre sentado no dejaba de ver el piso, de pronto comenzó a llorar.
Cuando María escucho eso, decidió acercarse.
-¿por qué somos tan pobres?
Le dio unas palmaditas en el hombro a su padre y le dijo:
-No te preocupes papá, no somos pobres, tan solo no tenemos dinero.

Tonos grises


Cecilia Ibarra

Al abrir tus ojos, tonos grises vallan tu habitación
Al lado tuyo escuchas susurros burlescos sobre ti
Te vuelves a ellos y, ahí están tus sombras
Mezclándose con tu miedo y cobardía
Te envuelves y no quieres salir
pero sabes que tienes que hacerlo.
Vagar de nuevo por las calles lloronas
Llenas de nostalgias simulando felicidad
Pero sabes que no es así
Encuentras miradas perdidas
Miradas llenas de miedo
Corre es lo que piensas, pero dime
¡A dónde vas a ir!
Miras las ciudades valladas de rojo, otras con negro
Y el tuyo es gris
Con la mirada perdida escribiendo en tu camino
Las nostalgias que traes contigo
Volviendo al lugar donde tus miedos se esconden…
Y estas cansado…
Tomas el pincel y pinta de colores y cambia
El color gris a través de tus ojos.

En que ¡mundo vivimos!


Fragmento I
Edgar Jesús Lara Medina


Nacía yo un mes de Septiembre,
México terminaba el folclor;
Recordando los antiguos tiempos,
Aquellos de mucho interés y valor.


¡Aquella sangre derramada!;
En esos campos de batalla,
Dando la vida por algo mejor,
Un México nuevo naturalmente.


Gracias a ellos…
Éramos independientes, ¡libres pajarillos!...
Hoy tan solo somos marionetas manipuladas,
Porque todo… ¡se ha ido interrumpiendo!
La principal historia… se ha ido olvidando.


En que ¡mundo vivimos!
En 1810… aquellos caudillos y criollos,
Donde Allende y Aldama ¡se levantaron!,
Hidalgo y Pavón ¡los apoyaron!...
Para derrotar a los que una vez robaron.


De 1911… ¿alguien recuerda esas frases?,
Aquellas del gran líder campesino;
“Tierra y Libertad para los pueblos”,
Fue en el plan de Ayala escrito.


Pero hoy… ¡todo ha ido cambiando!
Porque nadie sabe de ¡Francisco Villa!
Nadie sabe de ¡Emiliano Zapata!,
¿Por qué?, ¡Porque todo se olvida!...


En que ¡mundo vivimos!
La gente… ¡cada vez más, y más fría!,
El gobierno… ¡más corrupto y seco!,
La tierra… ¡dañada por la violencia!,
Y los niños… ¡más incultos, mas perdidos!

Nuestros líderes y representantes…
Nos utilizan como ¡objetos de muestra!,
Dándonos cualquier beca o despensa;
Para tratar de tranquilizar todo en defensa.


Mujeres ¡por favor!...

En tiempos de representantes,…
Se hablaba del más ¡guapo y moderno!
¡Sabrá Dios! Si él sea más que los entes
¿Será solidario, culto y modesto?


En que ¡mundo vivimos!

¿Reasumirse?, ¡lo echo, echo esta!;
¿Revelarse?, ¡pero si lo tengo todo!
¿Hablar?, es que estoy amordazado.
¡Son réspices que hace la gente!,


Gente, ¡muy inculta e inmadura!,
Gente, ¡sin valor e irresponsable!,
Gente, ¡sin icono ni esperanza!
Gente, ¡que solo vive sin vivir!


En que, ¡mundo vivimos!

En tiempos de mis grandes ancestros,
Se respetaban los tristes sepelios;
Antes al muerto se le lloriqueaba…
Hoy se escuchan ¡chistes y carcajadas!


A los mayores con fuerza se les acataba;
Hoy se les contesta ¡con una bofetada!
A los niños se les decían buenos consejos;
Hoy se les enseña ¡sin conciencia ni esperanza!


En que, ¡mundo vivimos!

México… ¡retoma esas riendas!,
¡Revive esa memoria!, ¡esa cultura!,
A los retoños hazlos conscientes,

Pero sobre todo… ¡se tú mismo!
México de luto
José Escobedo Coronado
La degradación...humana
En nuestra Patria, ¡ brutal !;
A cualquier vida se apaga
Con total...¡ impunidad...!;


Se alza...¡ con la metralla !
¡ El imperio...!, ¡ criminal...!;
No hay Estado de derecho
Aquí...ya «gobierna» el mal.


De luto está nuestra Patria
Sólo nos queda, ¿ llorar...?;
¿ Podrán impartir...justicia
Quienes permiten, matar ?;


Crimen y Estado...son uno
Esa es la llana...¡ verdad...!;
Aliados...¡ a fuego apagan !
¡ Cualquier protesta social !.

Hay luto, ¡ en Ayotzinapa...!
Este duelo...¡ es nacional...!;
¡ Derramaron sangre joven !
¡ Nadie !, ¡ lo va a perdonar !;

Una vez más, los gobiernos
Cubiertos...de ira y maldad;
Riegan, la nación de sangre
¡ Para atar...!, ¡ la libertad...!.

Para acallar las conciencias
¡ Nos dan circo y poco pan !;
Se encubren unos con otros
Y...¡ pues todo sigue igual...!;

¡ Simularán qué hay justicia !
¡ En la prensa...!, ¡ gritaran...!;
Pero...¡ los reales culpables !
¡ Ni quien, los vaya a tocar...!.

La historia ya nos demuestra
¡ Qué al causante principal...!;
¡ Lo cuidará...!, ¡ el aparato...!
¡ Del entramado...!, ¡ oficial...!;

¡ Así pasó el Dos de Octubre !
¡ Así ocurrió !, ¡ con Acteal...!;
Cada «ilustre...»¡ mandatario !
¡ Es un clon !, ¡ de Díaz Ordaz !.

¡ Está en casa !, ¡ Echeverría !
¡ Zedillo, en Usa está en paz !;
¡ Quien provocó lo de Atenco !
¡ Está en la silla...!, ¡ imperial !;

Unos a otros, ¡ se encubren...!
¡ Son del mismo !, ¡ lodazal...!;
Para qué exista, ¡ JUSTICIA...!
Protestar, ¡ hablar !, ¡ Luchar...!.


¡ QUÉ VIVA...!, ¡ AYOTZINAPA...!
¡ QUÉ MUERA LA IMPUNIDAD !;
¡ QUÉ VIVA !, ¡ MÉXICO LIBRE !
¡ Y EL NORMALISMO RURAL...!.

¿Realmente somos libres?


Parte I
Aquelarre
Cuando se habla de libertad no es concretamente real, el ser humano puede decir “el mundo es un lugar libre” teóricamente no lo somos, ya que vivimos dentro de una esfera la cual no hay salida alguna, pero para las personas el mundo es un universo libre. Cuando nacemos, no tenemos ninguna creencia, ya que no se sabe que es a esa edad, el ser humano nace libre, sin ataduras, sin reglamentos etc. la misma sociedad se va privando de dicha “libertad”.
La libertad debe ser tomada como el placer de vivir, muchos se cuestionan al preguntar ¿Qué es vivir? ¿Cómo es vivir? ¿Cómo se vive libre, en un país como México? Cuando la pregunta debería ser ¿Cómo preservo mi libertad?
La libertad muere cuando carece de moral, cuando la voluntad de pensar por uno mismo va disminuyendo para evitar “remordimiento de conciencia” optamos por el suicidio de ideas.
“Un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.” Mariano José de Larra (1809-1837)
¿Qué es libertad? etimológicamente la palabra viene del latín “liber” lo que interpreta como “persona cuyo espíritu de procreación se encuentra activo” La libertad tiene relación con la autonomía, que se entiende como la dimensión de la razón que permite al ser humano pensar dándose normas a si mismo sin que medie autoridad alguna (definición que impulsó el filósofo Immanuel Kant), lo que conlleva a la responsabilidad personal y social.
Todas las naciones y sociedades formadas sobre el planeta poseen leyes y normas que rigen el comportamiento humano; podría pensarse por esto que no poseemos libertad alguna. Pero cabe preguntarse por la forma que adquiriría la vida en sociedad si no existiesen dichas normas y pautas de conducta.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Dibujo: Van D Hellsing


Dibujo: Luis Briones


 
 
 

Foto: Davo López


Luis Garibaldi


 

 

Caries


Vocaur

Mis dientes esperan desde hace días sentados al dentista.
Esperan...
Esperan...un poco de compasión
que les disfrace la caries, ...inane.
tus ojos son como mis dientes
esperan...
esperan...una punta de lengua que abra tu mirada
empañada por una letra.
Desgraciados los hombres que no tienen caries

porque ellos nunca sabrán el dolor de una raíz infectada.
desgraciados los hombres que nacieron con su vista completa
porque ellos nunca sentirán cómo el nervio óptico de su ojo derecho
hace corto mientras chispea la casa de marte golpeando la nuca del hebreo.
Un gusano cibernético se come la manzana de la discordia.
Un gusano cibernético intenta ingresar a tu oído y comerte el cerebro.
Sino hoy...pronto.
Cuando venga el dentista procura que tu boca sea un sepulcro abierto.
Cuando venga el dentista procura que tu ojo derecho supure una lágrima
por el diente caído, mientras tu izquierdo disfruta viendo a los demás pacientes,
pacientes, paseando su lengua por cada una de sus inconformidades

¡Oh humanidad!


Elena Aguilar

Es una lástima que alguien de tu categoría deseé hacer tan horrendo trabajo. –exclamó la chica que en apariencia se veía bastante cómoda ahí cuestionando sin descaro a un viejo, pero elegante caballero.
-¿Lástima dices? –cuestiono él en contraataque. –la verdadera lástima aquí es que nos estemos quedando sin habitaciones, hay una fila enorme frente a las puertas de Cerbero y no tenemos espacio para alojarlos a todos aquí.
-Que compartan habitación, ni que esto fuera el cielo para que se pongan sus moños.
-Harás lo que te ordeno, no permití que nacieras para que seas una inútil.
-Cuida tus palabras anciano. –amenazó ella alzando una ceja.
-Te pareces a tu madre, es una pena que la hayas matado.
-Tenía cinco años. –se excusó ella poniendo los brazos en alto.
-Edad suficiente para divertirte decapitando a alguien. –habló él con ternura. –Ahora ve a hacer lo que te digo y no me decepciones.
-Será muy difícil, no creo poder hacerlo. Ya viste que pasó cuando intentamos detener las cruzadas porque teníamos el mismo problema de espacio, los humanos están locos

¡hasta trataron de quemarme viva!
-Todo en nombre de Dios hija mía.
-Ese ni existe, -afirmó con los ojos en blanco. –aunque bueno, en aquel tiempo los humanos era más perceptivos ahora no te reconocerían ni a ti.
-No se diga más, ve a la tierra y haz lo que te ordeno. –dictamino el viejo. –Estoy seguro que lo lograrás, después de todo eres mi hija.
-Una simple bruja no puede sola con esto. –rezongó antes de desaparecer con un sonoro “¡plaf!”
Alrededor del viejo solo se veían rocas negras, la espesa corriente de un río que desembocaba en un oscuro lago de aguas turbulentas pasaba silenciosa cerca de los zapatos negros y lustrosos del viejo. A lo lejos, se alcanzaba a ver una fila enorme de personas enojadas por la espera, todas distintas entre sí, mientras el refinado hombre observaba con pereza a las personas formadas alrededor de una montaña café como calcinada, susurró como si hablara con un niño:
- A estos humanos alguien debe enseñarles a comportarse como tales.
- ¿Acaso en la tierra están tan jodidos que el mismísimo Satanás ha tenido que enviar a su única hija a enseñarles a ser mejores? –resonó la profunda y fría voz de la muerte burlona.

Sin el hilo conductor

Alejandro Farías

Sin el hilo conductor
que separa mis pies del suelo
el insomnio se empecina
en reventar bombillas.
Sin la prisa adulterada
de tentáculos abrumados.
Sin la vuelta que me falta
para llegar a tu demonio,
sin los pulpos de aserrín
que resguardan tu portón
.

Número 2


Elizabeth Altamirano

Leería a través de tus páginas mil veces
para siempre descubrir algo nuevo
Y volver a suspirar, tal como la primera vez.
Quiero descubrir la intención, el tono
y el mensaje de tu texto
conocido vagamente como tu piel.
Envuélveme con tu historia,
tus palabras, tu fuerza
y yo escribiré tus historias al ritmo
de tu cabello meciéndose entre tus dedos.
La poesía de tus ojos despierta al sol.
La poesía de tu voz levanta guerreros,
Y, la poesía de ti desarma mis fuerzas.
Tal como Octavio Paz afirmó,
Hay poesía en forma de paisajes, hechos, personas…
Y tú eres mi poesía de persona favorita.

3

Samuel Rodriguez

A los cuerpos, solo les queda inminente, el instinto de la lluvia (!La caída!)
A la Red Informática mundial, la superposición y la supercontracción del ser y
del haber sido; es decir no tengo ni la menor idea de lo que será de ella.
A este ojo bizco mío, la burla de los que me miran “bien” con los dos ojos
A la rutina que tanto nos fastidia, la catástrofe más grande de todos los tiempos.
Y a este post, la prescripción a la “única” biografía (cómica) de mi vida.
¿Realmente mi bio y mi grafía algún día estarán juntas?
Me queda inminente la inmediatez...

Despierta animal perdido…


Manuel Rayas

Despierta animal perdido
Bebe leche en la sombra
Alicante grita
Revienta
Como látigo que retumba el sueño
Perro salvaje entre las dunas
Enloquece daga hiriente
Mariposa purpura golpea el viento
(Las palomas que se fueron) de prisa
Quema tu piel
Hínchate
(Como un tatuaje)
Retuércete piedra triste
Voz de pájaro
En el hondo mirar de la ceniza
_ vuélvete lluvia eléctrica _
Muladar de pardas gotas
Y amaneces lumbre
Ya pareces sol

Paraíso en Llamas


La Guerra de Paraguay (1864-1870)
Joel Eliasib López Velasco

Don Francisco Solano continuó su campaña en contra de Brasil, confidente de que Argentina no intervendría a favor de Brasil ya que en años anteriores ambas naciones se habían enfrentado violentamente buscando imponer su hegemonía sobre la región dejándolos aparentemente enemistados. De esta manera se concentró en acabar con Brasil, sabiendo que su frontera sur estaba segura. La segunda columna paraguaya enviada a Mato Grosso consistía de cuatro mil hombres y había aplastado toda la resistencia brasileña, su máxima victoria fue la toma de la ciudad Coaxim el mes de abril de 1865. Las aplastantes conquistas logradas por Paraguay durante esta primera etapa de la guerra habían dejado claro un punto: Brasil no estaba preparado para la guerra1. El desenlace de la guerra lucía prometedora para Don Francisco Solano y sus fuerzas paraguayas, si el curso de los sucesos continuaba así era muy probable que Paraguay librara Uruguay y consolidara su poder sobre la región. Sin embargo, el hombre fuerte guaraní, habría de cometer un error de cálculo y estrategia. Una grave equivocación que sacaría a Argentina de su neutralidad y provocaría que esta se aliara con Brasil en contra de la “amenaza paraguaya”.
Un Craso Error de Estrategia
Tras un año de indiscutibles victorias sobre el gigante brasileño, el cual demostró no estar preparado para un combate abierto de poder a poder con una nación que había consolidado su ejército especialmente para dicho enfrentamiento,
1 Ricardo Salles, Guerra de Paraguay: Memorias e Imágenes, Biblioteca Nacional, Rio de Janeiro, 2003

Don Francisco Solano estaba seguro de que el estandarte paraguayo pronto ondearía sobre Montevideo, liberando así a su aliado de las garras imperialistas de Brasil. Deseoso por obtener la victoria total sobre Brasil y de prestar el tan urgentemente necesitado apoyo a sus aliados uruguayos “blancos”, dirigió todos sus esfuerzos a la incursión de Uruguay. Sin embargo, existía un importante obstáculo que no podía ser ignorado, para llegar a Uruguay, las fuerzas paraguayas debían atravesar territorio argentino. El gobierno guaraní interpretando que la agresión brasileña sobre Uruguay sería visto por los argentinos como un atentado contra sus propios intereses, se uniría a la causa paraguaya de defensa contra la amenaza carioca o por lo menos lo apoyaría. Por esta razón, confidente del favor argentino, solicito permiso para atravesar su territorio para prestar batalla a Brasil en territorio uruguayo el mes de marzo de 1865. Sin embargo, la respuesta del gobierno argentino ante la solicitud de libre paso dejó al hombre fuerte guaraní perplejo, Argentina no permitiría que Paraguay atravesara su territorio. Don Francisco Solano no podía creer que el gobierno argentino se negara a apoyar una causa que claramente buscaba frenar la terrible amenaza del imperialismo brasileño. ¿Acaso el gobierno argentino no haría frente a las fuerzas imperiales que desafiaban su poder sobre su antiguo territorio? El presidente paraguayo no podía creerlo sin embargo, el siguiente movimiento argentino acabo por enfurecerlo. El 18 de marzo, el presidente argentino permitió que las fuerzas brasileñas atravesaran su territorio. Don Francisco creyendo firmemente que su causa era justa, tomo una osada decisión, declarar la guerra a Argentina. Para él, no había duda alguna que los enemigos de su nación habían conformado una alianza para someter tanto a Uruguay como a Paraguay a su dominio. No tenía otra opción más que tomar la ofensiva y enfrentar a las potencias que desde el momento de la independencia paraguaya, habían demostrado su interés por oponérsele. Impulsado por un férreo

sentido de victoria, ilusorio o no, obtenido por sus recientes conquistas sobre el coloso imperial, Don Francisco Solano opto por invadir Argentina. A su orden, el mes de abril de 1865 las fuerzas paraguayas invadieron la provincia argentina de Corrientes. El 13 de abril las fuerzas guaraníes se apostaron frente ante las incrédulas y perplejas tropas argentinas. Una vez más, los paraguayos tomaron a sus enemigos mal preparados e incapaces de hacerles frente. Las huestes paraguayas constaban de cinco barcos de vapor y dos mil quinientos efectivos mientras los argentinos apenas llegaban a los cien hombres y dos vapores: el 25 de Mayo y el Gualeguay. Para colmo de males, el 25 de Mayo contaba con solo una batería y el Gauleguay ni siquiera estaba dotada con armas de defensa y además se encontraba en tierra, totalmente inútil. El desenlace de la colisión era totalmente predecible, con las fuerzas argentinas puestas en polvareda, los paraguayos tomaron los vapores 25 de Mayo y Gauleguay. Las victoriosas e invictas huestes guaraníes iniciaron su marcha hacia la ciudad argentina de Corrientes. Cual no fue la sorpresa de los habitantes de Corrientes al verse atacados no solo por cinco vapores paraguayos sino por sus dos embarcaciones ahora en poder guaraní. La ciudad no estaba preparada para contener las fuerzas mejor equipadas y más numerosas de sus sitiadores y tuvo que capitular. Por el momento la bandera paraguaya ondeaba orgullosa y victoriosa sobre territorio argentino y brasileño. El factor sorpresa y la mejor preparación de sus tropas le habían otorgado a Don Francisco Solano el dominio sobre las fuerzas brasileñas y argentinas. Sin embargo, tras recibir la primera embestida, el Imperio de Brasil y la Unión de Provincias de Rio de la Plata se preparaban para la contraofensiva. Ahora las huestes paraguayas debían demostrar si eran capaces de resistir el contragolpe de las dos potencias.
El panorama para Paraguay era incierto, tras sus invasiones sobre territorio argentino y brasileño. Su primer golpe a ambas naciones

había sido contundente más no definitivo, las victorias habían sido sobre dos potencias tomadas por sorpresa. Don Francisco había colocado en una situación muy peligrosa a su nación, pues sus acciones habían puesto en su contra no a una nación poderosa sino a dos. Si había de mantener la hegemonía sobre la situación tenía que movilizarse de inmediato. Necesitaba urgentemente debilitar el poder de alguno de sus rivales para neutralizarlo mientras se enfocaba en luchar contra la otra potencia. El hombre fuerte sabía que tenía una oportunidad para neutralizar la ofensiva argentina, solo una y de esta dependía el futuro de la victoria paraguaya. Don Francisco siendo un hombre fuerte el mismo, entendía bien que un hombre poderoso siempre tiene enemigos que lo envidian y buscan la manera de arrebatarle ese poder. El hombre fuerte argentino no era la excepción y el presidente guaraní iba a hacer uso de esta situación para neutralizar o al menos debilitar lo suficiente el poder central de Argentina y por ende acabar con la amenaza de un fuerte contragolpe. Don Francisco conocía bien la disputa entre el presidente Bartolomé Mitre y el poderoso caudillo Justo José de Urquiza y buscó persuadir a todo costa el apoyo de este último a la causa guaraní. Sin embargo, para desgracia del autócrata paraguayo Urquiza se mostró indiferente y no se movilizó en contra de Mitre. La situación se hacía apremiante para Don Francisco pues tanto Argentina o Brasil podían iniciar el contra golpe en cualquier momento o lo que era peor atacar al mismo tiempo. Finalmente, el mes de mayo los peores temores de Paraguay se hicieron realidad; Brasil, Argentina y el gobierno colorado de Uruguay firmaron un pacto de alianza para enfrentar a la amenaza paraguaya surgiendo así la Triple Alianza. Para horror de los guaraníes ahora no solo debían enfrentar una formidable potencia sino el poder combinado de tres países, los cuales golpearían a Paraguay al mismo tiempo.
Continuará...

Quijote de la mancha


Aquelarre

Morid por ti, es poco si existiera algo peor que la muerte!
pues a vuestra reina imploro,
que me hagáis digno de tan semejante belleza,
muero lentamente sin pudor,
por la distancia esta que existe entre tú y yo,
si usted mi Dulcinea, me propusiera un reto,
lo cumpliría al pie de la letra,
pues si he de morir,
que sea a vuestro lado,
y si hay que vivir, será pensando en ti,
usted forja con besos mi armadura,
con caricias mi espada,
y con dulzura, se roba mi alma,
solo soy un forajido que ha venido hasta aquí,
por un tesoro millonario,
yo don Quijote, eh venido hasta aquí solo a robar…
Robarte un beso en los labios.

La trifulca


Jesús Alfonso Silva Iñiguez

Recuerdo que una noche terminando de trabajar en las calderas – sé que no muchos saben que es una caldera pero no hay tiempo para explicaciones- mi hermano y yo nos subimos a una ruta de camones que no conocíamos, en esos momentos, mi hermano se sentó en medio del camión junto a la ventana y yo seguí de largo y me senté en la parte de atrás. Nada raro pasaba en esos momentos, hasta que unos maleantes aún ignoro por qué/ buscaron problemas/ y me les enfrente como diría el príncipe del rap, los tipos trataron de quitarme la gorra, pero mi hermano volteó y eso hizo que ellos se fueran sobre él, le asestaron unos cuantos golpes, yo como casi siempre que hay una pelea actuó sin pensar y tomando por la espalda a uno de los malandrines lo tiré contra un asiento desocupado el tipo cayó redondito y un tercero que no vi me agarro, cabe señalar que los tipos estaban ahogados de borrachos o ve tú a saber que se metieron, pero fue muy fácil soltarme del tipo que me sujetaba. Todos en el camión se alarmaron y el chofer como si no fuera obvio preguntó:
- ¿Quién ofendió?
Lo primero que pensé es que no mamará el camionero pues los fulanos se subieron al camión y ni siquiera le pagaron y estaban hostigando a todos los pasajeros, pero al parecer los tipos no se sintieron tan seguros pues empezaron a decirnos a mí y a mi hermano que éramos barrio, muy al estilo de la jerga chola, en esos momentos me di cuenta que no tenía mi gorra porque en el forcejeo se me cayó; pero lo que menos importaba era la gorra, la cuestión era como salir de esa situación, y de pronto los tipos nos dijeron:

- Bájense y ya no hay pedo -a lo que yo respondí-.
- Simón pero dame mi gorra- en estos momentos reflexionándolo fríamente digo para que chingados quería la gorra pero en fin ya lo había dicho-.
- Simón dales su pinche gorra -dijo uno de los malandrines-.
Uno de ellos me dio la gorra y mi hermano bajo pasando frente de ellos y le dieron una tanda de patadas yo y se lo mismo y obtuve la misma tanda de tres patadas, pero como siempre no reflexioné y subiendo rápidamente al camión le di una patada en los huevos al primero que tuve a la mano y salí corriendo. Mi acción no pudo ser más estúpida he inoportuna pues los tres imbéciles me siguieron volvieron a encarar a mi hermano que por cierto también tenía una gorra dos de los trincados trataron de quitarle la gorra pero esta vez alcanzó a meter las manos y de un puñetazo hizo que la soltará el cabrón que la traía. Yo por mi parte estaba enfrente del mismo gordo al que había tirado en los asientos del camión y el sólo repetía una y otra vez “quiere que valga verga”, yo no respondía nada estaba como acalambrado y al ver pasar a mi hermano por un lado dije a la mierda si mi hermano ya se va aplicaré la de las pistas de Blue si el entró yo también y me fui dando media vuelta, fuimos mi hermano calvo y yo a que se lavará la cara porque tenía un golpe en la nariz mientras caminábamos dentro de plaza patria, platicamos con clama las cosas un poco sacados de honda por la forma en la que reaccionamos, según nosotros fue muy tibia nuestra forma de actuar pero creo que si nos hubiéramos enfrascado en una pelea con esos tres bastardos sin gloria no estaríamos hoy y no es porque crea que dos contra tres es una pelea demasiado des igual sino por qué reflexionando en el hecho el calvo me dijo que llevaba un picahielos el gordo que me encaró, en fin nadie está preparado para situaciones como esa creo que sólo actuamos instintivamente, ni bien, ni mal y corrimos con suerte, mucha suerte.

Que nadie toque


Saturnino Ruíz Roque

Que nadie toque, ¡tu cuerpo ni tus suaves labios!
Tus manos, tu cabellera que cubre mis sueños
Tu delicada piel, flor de muy tersos pétalos
Tan sólo el agua pura, de los lagos de Rusia.
Que tan solo te bañes, del alba luz de ocasos
Y el perfume, de fragantes flores y pinos
Te cubran con su áureo manto, abanicos de bosques
Resina ambarina exquisitamente perfumes.
De la cabeza a los pies, toda me perteneces
Atrapado mi corazón, quedó en tantos besos
Fuego de mujer joven, piel de luna y bosque.
Llama ardiente en que se consumen ¡sueños deseados!
La melancolía de tus ojos, ¡vida mía!
Abrasarse habrá en la hoguera ¡amor eterno!.

El zumbido


Tonatihu González

Esto lo hago por el simple hecho de cautela. Saber lo que se ahora, y más, viendo lo que implica guardarlo, es una cuestión horrorosa. Y si así esquivo el singular procedimiento de esa circunstancia, me sentiré aliviado, por que el simple hecho de evocarla en el recuerdo, le vuelve, y el volver significa no irse, y eso a la vez, manifiesta que solo hay un final.
Es necesario que te lo cuente, porqué así, pago mi deuda, una deuda que es impagable. Eso lo hago por limpiar mi conciencia un poco, y por miedo lo he dicho. Es conveniente puntualizar, sí la sola idea se llega a escabullir entre tus oídos, le omitas con un asco mortal. La escupas pertinentemente de tu cerebro y la apagues con toda tu fuerza.
Yo estoy contento de haber conocido a Alonso. Sin duda ha sido el mejor amigo que he conocido en toda mi vida. Probablemente el único que pudo rescatar de esa palabra, a pesar de sus decisiones o las mías. Lo conocí en la escuela, poco después de que yo me mudara a Guadalajara. No había muchas opciones, la sociedad aquí es muy compleja, y a veces cerrada. Lo excéntrico marca muchas divisiones en esta ciudad. Desde que lo conocí compartimos una misma tendencia sobre la filosofía y lo que conlleva al pensamiento, el razonamiento, y todo lo que procuraba una extenuante concentración. Entramos a la licenciatura de filosofía, dedicados y puntuales, no descansábamos ni un solo momento. Muchas veces saliendo de la escuela teníamos prolongadas charlas nocturnas sobre las diferentes vertientes, las ideas, sus propósitos y el origen de ellas; cómo influencian en la vida común o hacen un común en la vida, hasta el hecho de cómo puede degenerarse el pensamiento, tantas ramas de un solo tronco firme y uniforme: la vaguedad, la nada, el siniestro ser arbitrario de todo.
Eran frecuentes y prolongadas esas animosas veladas de diván. Pero es aquí donde quiero llegar a creer que fue algo que escuché o leí, y que penetró en mis oídos y se clavó en la noche, algo que fulminantemente quedó ahí. Pero el hecho de haberle visto, corpóreo y abundante, me causa pavor, tanto que se me congela el alma. Esa es la idea, algo penetrante, se posee y se es poseído, pero que tanto es uno u lo otro.

La presión fue aumentando, y las visitas de su ruin zumbido también, no había noche en que no lo escuchara más fuerte, más profundo, y lo peor de todo sin una ronchita roja al amanecer que pareciera satisfacer su deseo de sangre. No descansaba mucho esos días y Alonso lo notaba, no estudiaba, llegaba siempre cansado a las clases y me dormía en muchas de ellas. Decidí tomar medidas drásticas, llené mi habitación de insecticida y cerré las ventanas para que no hubiera escapatoria. No había ni la mínima probabilidad de supervivencia, pero aún así, lo hizo. Esa noche volvió, arduamente molestó, no por horas, fue toda la noche. Impidió que durmiera, apenas caía extenuado por el sueño zumbaba más fuerte, se introducía en mi oreja, salía y volvía a entrar.
Alonso me visitó la semana siguiente que dejé de ir a la universidad. Me encontró tirado en mi cama, el zumbido, ahora estaba de día, no podía verlo, estaba aquí, allá, manoteaba y desaparecía eventualmente, solo para volver segundos después. Era intolerable, en la comida, inclusive en la ducha se manifestaba, el mosquito me seguía, parecía encontrar formas de esconderse en mi ropa o en mi cabello. Fue cuando Alonso se sorprendió al verme ahí, postrado sin cabello y con mi ropa interior. Le conté todo como lo
Lo escuché esa noche al partir de la casa de Alonso, habíamos estado hablando como de costumbre, y ahí fue donde creí escucharle por primera vez, en su cuarto junto a la lámpara. Estaba sentado y lo oí claro, sobreviniendo de la lejanía, aproximándose, como flotando, y solo rosando parcialmente mi oído, un zumbido, idéntico, único y especial tal como lo es el aleteo de un pequeño mosquito. Sobrevino hacia mi oído, lo asusté y quedó. Al acabar la velada fui rumbo a mi casa que no está muy lejos. Llegué, cené un poco y subí a mi habitación, ahí fue donde descubrí que la ventana estaba abierta, seguramente mi madre olvidó cerrarla aquel día. Todo es causal, casual y definitivo. La cerré y me acosté sin más en mi cama, ahí de nuevo se aproximó por mi lado izquierdo, el mosquito sincronizaba sus ataques con mi reposo, en el momento exacto de mi caída al sueño me veía desde la alta y obscura noche, se precipitaba hacia mi oreja y zumbaba fuertemente, incansablemente, ni siquiera hacia un esfuerzo por picarme, solo flotaba en la noche impidiéndome dormir. Agitaba fuertemente mis manos y brazos, para asustarle, parecía funcionar, y solo así lograba dormir.

hago a ti ahora. Y es cuando te digo, ten cuidado.
Escuchó preciso todo lo que le dije, como me molestaba el zumbido todo el día, en la ducha, cuando como, duermo, y ahora en el día. Le conté de mi temor; la noche anterior claramente lo escuche dentro de mi oído, pero aún más profundo, dentro de mi cabeza, resonando y chocando contra las paredes de mi cráneo, ahí estaba, no podía hacer nada, se había introducido y vagaba libremente por mi cabeza y mi cerebro contaminándolo todo. Se había apoderado de todo lo que era, mis recuerdos, mis ideas, todo era él y su ruido infernal.
Alonso un poco turbado me miró, y no reconoció a su amigo, se levantó y me abrazó, me dijo que todo era una invención, que me calmara y visitara a un psiquiatra o alguien profesional. Pero sin saberlo él había sido el mejor doctor, justo cuando hablaba, su voz lo silenció. El zumbido había desaparecido, temí que fuera eventual y aguardé hasta la oscuridad para enfrentarme de nuevo al miedo, al espanto de saberle en mí. Pero no, se había ido y por primera vez en un mes había dormido plácida y completamente, ya no uno de esos espasmos dolorosos de vela. Volví a la escuela, y recuperé poco a poco mi habitual rendimiento. Pero Alonso había desmejorado mucho, lo veía como yo, cansado y pálido. Estaba tan apurado por recuperar el tiempo perdido en la escuela que lo descuide un poco y no me di cuenta cuándo dejó de asistir.
Un poco después de salir del semestre lo visité. Sus padres se encontraban muy demacrados, parecían devastados. Me contaron que Alonso no dejaba de gritar en su habitación, aseguraba que algo lo seguía y que no lo dejaba dormir. Justamente me contaban eso cuando los gritos de Alonso se empezaron a oír. Escalofriantes y desgarradores provenían desde su habitación, y de pronto, silencio. Sus padres comenzaron a llorar, me dijeron que habían hecho todo pero que los médicos no encontraron el origen de su extraña enfermedad, lo habían internado, análisis, tomografías, todo y la misma respuesta: era perfectamente normal en salud. Simplemente era una idea que él tenía, una invención, algo que se creó. La razón, nadie la sabía, ni él mismo. Subí para intentar calmarlo cuando nuevamente comenzó a gritar, ya que su madre empezó a llorar más fuerte.
Fue espeluznante, Alonso se encontraba tirado en el

suelo, su cuarto era un total caos, las ventanas abiertas de par en par, la cama destruida, las almohadas por todos lados, la pared llena de golpes y sangre de los puños de Alonso, su cabeza estaba hinchada de los golpes que se había dado con la pared. Su rostro estaba pálido y seco, sus ojeras caían hasta las mejillas y su boca estaba seca y agrietada. Me vio y corrió hacia a mí llorando. Me dijo que él lo tenía, que el zumbido estaba en su cabeza y era insoportable, el día en que me vio después de irse, llegó a su casa y vio las ventanas abiertas justo como le conté, sonrío acordándose de mí y del zumbidito aquel, rió un momento de ello, y dijo que seguramente yo solo estaba inventándolo, sin duda alguna era una tonta idea que yo había adoptado para no ir a la escuela. Me contó que justo antes de dormir escuchó como desde lejos se acercaba un mosquito, lo estrujó contra sus manos y fue cuando todo derivo en el zumbido, lo escuchaba ya todo el tiempo. Era intolerable, estruendoso, y abominable, justo lo decía y se golpeaba la cabeza llorando. Yo estaba asustado, todo el caos y la escena me habían impactado, Alonso comenzó a gritar de nuevo -¡Ahí está, lo oyes!- Gritaba con todas sus fuerzas desgarrándose la cara y golpeando su cabeza hasta sangrar. Traté de tomarlo para evitar que siguiera golpeándose, fue cuando lo dijo -¡Es tan estúpida esta idea!- Yo estaba paralizado, decidí llamar a sus padres. Precisamente cuando lo iba hacer Alonso me miró, sus ojos muy abiertos y perdidos se fijaron en los míos y sonrió. Me tomó de la mano y corrió hacia su ventana y al llegar a ella se lanzó al aire. Grité inmediatamente a sus padres y me abalancé hacia la ventana, fue entonces cuando lo vi…
Alonso estaba en el suelo, se había estrellado en el asfalto, su cabeza se había abierto por mitad cuando cayó en la acera. De ella salía una nube negruzca y deforme, subía poco apoco hacía el cielo, con una cadencia irregular y amorfa. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí me di cuenta que eran una nube hecha de muchísimos mosquitos, todos ellos saliéndole a borbotones, cual si fueran sangre. Volaban abiertamente y sin rumbo, pero mudos, sin ruido. Otros pocos, se habían quedado pegados al suelo con lo poco que quedaba de la masa viscosa del cerebro de Alonso, que ahora ya no gritaba, y parecía dormido plácidamente en el suelo...

Hoy imaginé…


Hugo Medel Gómez

Imaginé respecto a nuestro tamaño frente al del universo. No creo que seamos tan grandes como imaginamos.
Imaginé que somos los únicos seres inteligentes en el cosmos, los únicos que pueden imaginar.
Que estamos en un mundo, el único con vida, que está dentro de un sistema solar y este al mismo tiempo en el universo que flota en las olas del tiempo y que nuestra mera existencia está a la deriva, somos naufragio de la casualidad.
Pero me dio miedo imaginar que me reducía tanto…así que decidí volver a mi mundo, al de los hombres vivos.
Imaginé aquellos cuentos que me contaban sobre los hombres.
Imaginé que nosotros también somos animales, animales que vivimos en una jungla ajena construida por nosotros mismos, jungla color gris como nuestros corazones, jungla donde abundan los depredadores.
Reflexioné un momento, nos empeñamos en construir y cambiar todo a como lo imaginamos.
Nos concentramos tanto en imaginar a donde vamos que olvidamos lo que en verdad somos.
Quise imaginarlo, pero no pude, mi mente se tornó oscura y no había nada, solo un hueco, ¿será que eso es el hombre? un hueco hondo y oscuro
Nunca creí que sería tan difícil imaginar al hombre y que me resultaría más fácil imaginar nuestros cuentos, pareciese que los hombre solo somos historias.(Historias que rellenan aquel hueco)

Después de mil intentos y diez mil fracasos pensé en imaginar en un lugar más allá del hombre y de las estrella, un lugar que podría estar más allá de la muerte pero no tan cerca de la vida.
Ahí…ahí donde todos los dioses, desde el más arcaico y olvidado hasta el más venerado, se reúnen para charlar.
Antes creía que los dioses siempre discutían, que no podían convivir entere ellos, pero en mi imaginación no lo hacían, de hecho nunca han discutido, la verdad es que nosotros somos los que peleábamos y después les echábamos la culpa.
Incluso yo antes pensaba que ellos habían inventado el sufrimiento, pero descubrí que el sufrimiento existía desde mucho antes que ellos y que ha sido la única religión que hemos profetizado y por ello los dioses nos han abandonado.
Los dioses nos abandonado y no los culpo por ello. Con toda su omnisciencia concluyeron que la humanidad no tiene remedio (quisiera imaginar que sí)
¡Ho Los dioses!, no puedo creer que a algo tan perfecto lo hallamos imaginado los hombres que ni siquiera somos capaces de imaginarnos a nosotros mismos.
Como pasa el tiempo cuando uno está sumergido en tal odisea
Hoy imaginé tantas cosas sin sentido, imaginé que con solo imaginar podría cambiar al mundo, absurdo ¿no?
Prefiero irme a dormir y ver con que voy a soñar, tal vez mis sueños tengan más sentido.

Se va la vida


Carlos Islas

¿Cómo es que la vida se va
junto con los amigos
que jugaron a los carritos
en el recreo y al futbol
a la salida de la escuela?
Se va la infancia
tras la emoción de ir creciendo
y conocer a nuevos amigos
y amigas que después
te romperán el corazón.
Se van los tiempos
en que mirábamos a las niñas
y nombrar su nombre era sublime,
como sublime era rosar su mano
y dedicarle una jugada de básquet.
Se van los días de cerveza
en la escalera de la prepa
junto a nuevos amigos
cargados de historias
llenas de risas y llanto.
Se van los días de trabajo
de luna a luna
pasando por el arduo sol
viéndolo despertar
como despierta un niño.
Así se va la vida,
como se va el día
para que llegue la noche
y podamos descansar
del llanto y las risas.

No puedo interpretar...

Vidal Uribe

No puedo interpretar mis poemas
sólo soy como un médium que recibe cosas
que pasan a través de mis venas
como una fila de tráfico
y me hacen ser cada vez yo mismo
es la pasión clave del ser humano
lo siento pero es verdad
personas que dijeron que te amaban
que prometieron todo
y después te mezclaron con nitroglicerina y jabón
y te abandonaron en la calle sin nombre
o amigos que eran hermanos
que tenían la misma historia que Dante
y que su cerebro ardió en rehabilitación
por creer que las drogas definían la amistad
o el vacío de ser el reflejo de los demás
y no poder contraer lo real y doloroso
que es no poder escuchar la bienvenida
de los pájaros por la mañana
las aves no tienen la culpa
o por creer que la lucha violenta contra la mirada
se resuelva en una plática en el café de la esquina
y que sus recuerdos sean tan devastadores
naturaleza humana como lo fueron los dinosaurios
o el simple hecho, la totalidad de las cosas,
de analizarte en grandes esperanzas de ser
testigo de la muerte.

Sinceros


Erick García y Cecilia Ibarra

Tómame entre tus brazos
Y susurra de nuevo el secreto
Que tienes guardado.
-Secretos yo no tengo a tu lado
Cuando mi misterio como el viento
Es susurrado a tu lado
Sentir tu magia en mis manos
Desearte tras morder tus labios
Volar en tu mirar de aquellos bellos ojos
Que las alas me devolvieron y tu dulce magia
Que a mi corazón hace respirar.
-De nuevo te digo, te contesto
A tu lado no hay secretos
Solo hacer uno nuestro,
Un nuevo mundo a tu lado
Donde mi alma por siempre
Te gritara TE AMO…

Tu mundo, mi mundo, nuestro mundo
No habrá misterios
Solo las palabras cobijadas por el amor
Que estamos sintiendo
Viajando como el viento rozando nuestro ser
Impregnando las palabras que florecen en papel
Grítame te amo
Escucharas el eco de aquellas palabras
Ahora por mi voz
Y si silencio soy
No busques palabras susurradas por mi voz
Mira el resplandor de mis ojos que muestran
Al mirarte encontraras
Las palabras mudas
Que gritan siempre al mirarte TE AMO…

Estación Juárez

Juan Amor Gaya

Bajando por la eléctrica
la vio con estética
con el alma comenzó a ver
recordó que no quiso saber
ahí, su amor nacido desde tierra
allá, su ayer entierra
Ella su descoyunte, su primicia
el despertar quedó bajo su piel
se nutrió e inundó en su miel
a hiel le supo la mies
fluían ya con tirantez
Se releía en la línea de sus días
se lamentaba hasta de día
intentaba pero ya no reía caminaba poco y retraía
se equívoco con esa linda tía
Fue una pasión de estatura
jactanciosa, dulce envergadura
insurrecta, belicosa criatura
hedonista hasta la costura
sonrisa libre de pintura
delicioso tocar era su textura
incomparable era aquella montura
Ella desató tales tormentas
que jamás volvió la calma en recetas
devolvió todas sus promesas rotas
así las recibió, poco muertas
equívocas las respuestas
simplemente tiró dichas infestas
La chispa murió antes de tiempo
tiempo que extrañó el olvido
olvido como el mejor perdón
perdón que promete nobleza
nobleza desde su interior frío
frío su cobijo
Inocente encuentro casual
estación Juárez

miércoles, 8 de octubre de 2014

Foto: Davo López


Dibujo:Luis Briones


Pintura: JAIPA


Pintura: Luis Garibaldi


 

 

 

Posesivo

Vocaur




Mi temor es una taquicardia,

una consonante oclusiva,

inexistente, inexpresable

...que azota la puerta y se queda.



una palpitación que sale del cuello

y se planta en el aire

y crece de manera retrospectiva

y se hinche de orgullo

y me roba los sueños.



mi temor es una mujer,

una guerrera insoportable,

pesadilla de los hombres,

silogismo hipotético...

de astros construida.



mi temor es mío y de nadie más

...su rostro...

ayer lo besé...

mi temor es un geolecto

de dos...

...yo te pronuncio...mía...