Expresión Libre

domingo, 20 de marzo de 2016

Absurdos - Elena Aguilar




Te debo seis poemas, mil besos y un tequila. Y debo las noches que pasé

con él y cada cigarro consumido entre mis labios. Te debo un baile a las dos

de la mañana y la tela de algodón cayendo por mis pies. Te debo historias

sin explicación y experiencias sin reproches. Te debo una boda de kermesse

y mil disculpas. Te debo un crio de piel morena y una gata pelirroja. Te

debo todo el café del universo y las charlas del insomnio. Te debo aquella

noche de lluvia que quedamos atrapados en casa de no sé quién. Te debo

doscientos cuentos improvisados y un puño de besos en las costillas. Te

debo un tatuaje de mis labios y cuarenta escenas de celos. Quiero que te

cobres mi vida cada noche. Quiero que seas tú quien ajuste las cuentas que

el destino ha escrito en las plantas de mis pies. Que me escuches llorar

cuando muera mi perro y me lleves té a la bañera en una tarde sombría.

Quiero sentir tus arrugas en mis manos y recordar cada momento el primer

día que te vi. Quiero preguntar "¿qué es lo que dices?" cuando me fallen los

oídos. Quiero amarte hasta que los dioses sean capaces de crear un nuevo

sol. Quiero que este sea el último poema que te escriba, y la última noche

que te vea. Mientras tú me miras desde lejos con los ojos ahogados en ácido

y píldoras implosionando detrás de tu garganta, me tocas entre el aire de una

casa vacía sin razón aparente y no dices nada. No resucitas, no hasta que

caigan los planetas sobre el reino de Neptuno. Seis años han pasado y

seguimos tan absurdos como esto.




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