Expresión Libre

martes, 14 de junio de 2016

Dibujo: Luis Briones

 

Foto: Payus

 

Los sueños de Cecilia / Cecilia Ibarra

 
 
¡Ring, ring! Que sonido tan familiar, es mi teléfono, interrumpí mi
 
baile, tengo que contestar… atravesaba los pasillos rápidamente,
 
recuerdo este lugar es por aquí, una puerta más una más en la
 
habitación ¡Ring, ring! Corre… de donde salió ese perro, ahora juega
 
a que me está persiguiendo. Conozco este lugar ya mero llego, vuelta
 
por aquí ¡Carajo por aquí no es! Una ventana salgamos por ella
 
–Mira, ve por él, le dije al perro para que me dejara de seguir, ¡salta!
 
volví mi mirar ¿arriba de una barda? Donde los suelos inundados de
 
no sé parecía lava, al fondo un chico con capa negra hiso un
 
movimiento con la boca, pero no alcance a distinguir sus
 
movimientos y saber que había dicho, unos segundos después y el
 
Vampiro estaba conmigo, saltando bardas evitando caer, bien salta,
 
salta una más ¡oh no he caído! –Dos vidas, apenas y pude escuchar
 
las palabras del chico con capa negra. Al punto de partida, la misma
 
escena unos segundos después y el Vampiro estaba conmigo
 
alcanzándome con su mano para poder pasar –No pienses en este
 
lugar, no pienses que estás aquí o que vas a caer, dijo el Vampiro
 
–Pero como no pensar en ello, ya viste lo que hay debajo de nosotros,
 
mas no me permitió seguir hablando.


–Cecilia, canta tienes que pensar en otra cosa o caerás de nuevo, dijo
 
el Vampiro. Caminaba por la barda tambaleando un poco había
 
llegado el momento de brincar –Cecilia, piensa en algo mas o caerás
 
de nuevo, escuchaba decir al Vampiro, cerré los ojos y empecé a
 
cantar la primera canción que me venía a la mente, Si te pusieras un
 
momento a pensar cómo escribir tu propio himno de la paz, si la
 
codicia la curará una canción este mundo sería mejor… pareciera que
 
no era verdad pero funcionaba, ¡Recuerda que los días no
 
volveraaaan! Cecilia, nos escucharon ¿Sara? Los suelos empezaron a
 
agrietarse y comenzaban a abrirse, vamos tenemos que irnos o las
 
grietas no alcanzaran y caeremos en la oscuridad, corríamos y
 
corríamos hasta que llegamos a una extraña ciudad sin color sólo con
 
tapices blancos, negros y grises –mira tus huellas, cantaste muy alto
 
que se desataron los colores… ¡Son ellas! Escuche decir detrás
 
nuestro, tomé a Sara del brazo de nuevo empezábamos a correr,
 
mientras detrás de nosotras se desataba la algarabía,
 
persiguiéndonos con palos lanzando tinta negra para poder borrar
 
nuestro color – ¡No volverán a cantar nunca más, su voz se teñirá de
 
negro! escuchaba gritar una voz gutural, sin embargo, sentí un
 
jaloneo lo único que alcance a ver era un gran lago azul, pero caí en el
 
frondoso follaje de un árbol ¿pudiste ver algo? Pregunto Chabe –baja
 
de ahí y sigamos, decía Sara, eran ellas pero sus rostros
 
distorsionados estaban, pero eran ellas podía sentirlo, el cabello de
 
Chabe, el cabello de Sara ¡Eran ellas! Contemplé el paisaje en donde
 
estábamos, caminábamos por un lóbrego bosque, parecía que los
 
árboles estaban pintados con las misma tinta negra, pero a pesar de
 
ello gobernaba la paz y el viento soplaba suavemente, hasta perecía
 
que construían una melodía con gaitas, flautas y violines cuando
 
rozaba mi oído –escuchan eso, dijo Sara, vaya creí que sólo era en mi
 
imaginación pensé –vamos ,viene de allá, más adentro de los pinos
 
gigantes, dijo Chabe, cuanto más nos acercábamos era más audible
 
aquel sonido ¡vaya aquel lugar detrás de los pinos gigantes! un gran
 
ojo de agua rodeado de pinos, con aguas realmente cristalinas que
 
podría contemplarse lo profundo que era, arriba un sol muy brillante,
 
un muelle de madera y una barca con dos remos, eran los mismo
 
pinos los cuales construían tan hermosa melodía, mientras Chabe y
 
Sara quisieron contemplar tan hermoso paisaje desde el muelle, yo
 
quise sentirlo, remar por él, cerraba los ojos escuchando el sonido del
 
agua cada vez que remaba, la brisa que se sentía junto con el calor del
 
sol ¡Concha! Apenas alcancé a escuchar, abrí mis ojos, ¡pero cómo es
 
que llegué hasta aquí arriba! hice un movimiento con los remos, el
 
sonido del agua podía escucharlo mas no iba en el agua cada remo
 
me llevaba más arriba, miraba a Sara y a Chabe desde las alturas, la
 
madera empezaba a rechinar, se escuchaba como si la madera
 
crujiese y de un momento a otro se abrieron las tablas, mientras iba
 
cayendo pensaba, como saldría de ahí, esperaba un gran golpe pero
 
no fue así, alcance a mirar a Chabe y a Sara a través de las aguas,
 
miraba sus rostros bien definidos mientras se llenaban de agua mis
 
pulmones… y me salieron aletas.

Hundido / Jesús Alfonso Silva Iñiguez

 
 

Hundido con los pies enterrados en la arena

Sintiendo como va devorando esa piedra hecha polvo

Cada centímetro de mi cuerpo

Con la mirada al sol que se oculta

Sintiendo el vaivén de las olas

El tiempo pasa y ya no es posible ver nada de mi cuerpo

El último cabello de mi cabeza desapareció

Para dar paso a una playa desierta

Nadie pudo apreciar el espectáculo

Solo yo me entero de lo profundo que estoy de ahí

Sin moverme

Sin siquiera poder imaginar lo que me pasa

Sumergido en mis pensamientos

Hasta el momento que la respiración se detenga

Y mis pulmones colapsen con el resto de lo que fui.

Charles leonard

 
 

La sandía dejada de lado, la sopa helada, la olla quemada...
En medio del verano una flor de espinas de cristo abriéndose,

floreciendo de su frágil pedúnculo

En medio del verano un madro y jugoso mango con limón y chile Un reflejo de los anhelos de la niñez y olvidos de la senectud En un caudal de gente, como un alarido entre la multitud...


...una mano rozando otra.

La intensidad de tu agua y tu nitidez,

permean la sensibilidad de mis yemas y de mis córneas apagan y prenden en el momento en que la razón impacta como relámpago,

vuelve a mí el galope de nosotros, el galope del sueño acercándose,

mi mano bañada en sangre y estrellas de la barba de venus el incesante cortejo azulado hojas mordisqueadas por las orugas y lombrices los jugosos frutos de distintos tipos, acabados de madurar el tenue sol arrastrándose por donde se le da la gana siento que mi hora llega, tú mueres y luego llora,

mi alma llora, y yo...


...yo lloro, lloro por ti, oro, oro por ti, plata por mí, por mi boca,

inclinado de rodillas, rezándote, rezo por mi diosa,

rezo a mi diosa, rezo a ti, te rindo culto.
El cauce de tus caderas y su fluctuante agua heterodoxa
hacen de mí el cachorro hambriento, sediento,

primigenio que siempre he sido.

Hambriento y sediento de tu dulzura y pasión, tus bellos ojos.

Salivando por tu esencia.

Sonrisa

La sandía dejada de lado, a medio comer, la sopa helada... ahí, la olla quemada, chamuscada y con su contenido evaporado,
aún en la flama el canto de las aves por la ventana,
avisando su partida con Morfeo

elregaño, la aderezada indiferencia, sazonada por pícara felicidad y satisfacción

                                         adormecimiento hormigueo

Contigo en el fuego / Eric Saúl Cisneros Cisneros





Quisiera interrumpir en tu tiempo dándote amor adepto;

no tengo más que ofrecerte pues es tan solo eso.

Dispuesto estoy a consumirme contigo en el fuego.

Terminará tu ocaso y estaremos perdidos en la luz del cielo.

Quisiera escuchar tu voz en el silencio,

ayudarte con solo mirarte,

desnudar tu alma sin pena, ni tormento.

Quisiera embriagarte con mi presencia;

tal vez así te fortalezcas en la prueba.

Elevare mi voz como incienso en el templo,

por el momento solo para quedar en el sueño.

Esperare dormido la dicha de mi anhelo,

sé que podrás acomodarte dentro de mi pecho.

Intimista / Jesús Gonzavelaz

 
 

Soy contigo, amanecer… nocturnal,

cómplice del placer más íntimo.

Somos fenecer eterno y ocasional,
erotomaníacos del encuentro ínfimo.

Tu desnudez es fotografía en mi memoria,

el aroma entre tus senos habita, en mi olfato.

Mi lengua, es la sed quimérica de tu noria,

piel y tacto púdico son presa del desacato.

La intimidad… al ser, yo… ella.

El corazón al fruir, inhala suspiros,

exhala latidos fáunicos, en cada punción.

Erubescencia magmática que transpiro,

lava lingual volcánica, besos y erupción.

Conspiración del delirio…

Vivimos dentro del oasis sexual intrínseco…

Todo afuera es desierto, es nada.

El intimista…

Gurú fatídico de tu necesidad encarnizada,
a quien, tu frio abraza feral como la grama.10 LIBER


Fijación de la mirada inmóvil e hipnotizada,

ese… devenir propio, que persuade y trama.

Conozco tu sabor…

Cuando eres dulce y de betún tu boca.

Cuando iracunda, muerdes… desgarras

embriagante al esquivar la copa.

Sé a qué sabes, al caer en tus garras

(Tus deslizadas manos).

Eres amor, que acciona y desemboca.

Y escucho tónicos susurros mientras duermo,

donde me aclamas y sonámbulo te busco en cama.

Tus inermes sabanas impúdicas del invierno,

y tengo que ir hacia ti, hasta tu ardua calma.

Soy ese embelesar.

Arqueólogo de fósiles caricias,

Quien respira tus delicias.

Estoy en el todo conjunto y después

nada.

En el culmen… el sucesivo hastió.

Lengua sedienta de lágrimas y ciño,

orgasmal y empapada cascada.

Del fuego llameante al intenso frio,

frenesí de fugaz oleada..

Henchidos de intimidad.

Mi romance / Jesús Arévalos

 
 
 
Aunque no pueda hablarte

Me basta con tan solo verte

Para que esta mente piense

En alagarte con un verso y

Poder expresarte en mi lengua

                                                       Romance.

Amor, ¿Cómo se mide la vejez? / Ivonne Sáenz

 
 

Amor, ¿Cómo se mide la vejez?

¿Por tiempo o por sabiduría?

O es que... ¿La sabiduría se hereda con el tiempo?.

Amor, tengo tanto miedo a envejecer, de ambas formas.

La primera porque estaré más cerca de la muerte.

La segunda, porque ya nada me va a sorprender.

Amor, no sé qué cosa es peor.

Morir siendo sabia y sin sentido del humor

o que el tiempo in-sabio me mate alegremente.

"El don de ciencia" / Cynthia Patricia Rodríguez Romero



Es el que me impulsa a actuar, soñar y pensar.

Ahora quiero que entre a cada rincón de mi ser y me regale fuerza.
Estoy en momentos de prueba, te confieso...

Tengo mucho miedo.

Imploro su luz y sabiduría, suplico venga en mi ayuda.
El destino ya marcó la fecha, y yo voy a confiar.

Lo haré con fe, correré el riesgo y confrontaré a mis rivales.

En el creador tengo puesta mi esperanza, mi futuro,
y sé que al final, nada malo pasará.


Tú me verás crecer, porque compartiré contigo mi victoria.

Te tocará verme gritar de felicidad...
Sí porque al fin tendré en mis manos,

la satisfacción de decir que gracias a ese bello don,

obtuve lo que hoy tanto añoro.

La ciencia abrirá caminos, y yo los haré brillar.

Mary Mezeta

 

a Eyder Canul

 
Al igual que Maya te digo:

"Puedes escribirme en la amarga historia

Con mentiras, y verdades…"

Puedes llenarme con todos los poemas de Sabines

O guardarme besos en la cartera

Puedes tomarme de la cintura y besarme

Cual canción desesperada

O simplemente arrancarme el corazón

Y no dármelo jamás.

Ya lo dicen por ahí: No somos nada…

                                 Ya que en llamas seremos eternos.

Nocaut / Paúl Carrillo



Me viene a golpear un amor recién nacido
emerge de la tierra como una explosión de flores| como árbol gigantesco sale de mi pecho golpe seco y duro

viene a hablarme de la combustión instantánea de tu beso| el mundo es combustible de este amor que me golpea la cara| el planeta arderá en ese caso| por nosotros| por ti por tu cabello| arderá el mundo y nosotros como dos pájaros desquiciados volaremos por encima| ese vuelo será un beso ese beso será todas las ternuras y todas las persecuciones| ese beso será todos los besos| un cantar de violines primaverales| una muerte



diminuta y complaciente| será un camino musical

camino que andarás descalza| bajo la protección de todas las deidades que agradezcan ese beso| y seremos torbellino enamorado seremos tiempo y río serán tuyos todos los poemas| te inundaré de ramos alfabéticos| acariciaré por ti hasta la penúltima estrella| la penúltima brisa| la penúltima herida en tu nombre| decoraré el cielo| colgaré la sonrisa que provocas en mi rostro| mi rostro que es reposo| calma caudal agradecido de que en él tu mirada lo perfume| tu insoportable mirada y mi rostro que es el eco de este golpe que me ha dado tu existencia seremos el campo de batalla de ese beso| la batalla más suave| la menor de las catástrofes que es tu risa| tu sonrisa| y tu boca que vuela sobre mí y convierte en flama al mundo tu boca que dormita en las praderas de mi alma| tu boca irremediable| tu boca que regula el fluir de mi sangre| tu boca y la ciudad ajena de tus besos ciudad a la que he llegado a penas| a causa del golpe más dulce| recibido con orgullo| cobijado por todos los aplausos y mi rostro absoluto que espera con ansia y paciencia otro golpe ese beso.

Edificios VII / Manuel Rayas






MUCHAS VECES HE PENSADO

CUAN DIFERENTE HUBIERA SIDO

SI EL ANGULAR PIE DEL PRIMER PISO

Y EL DEL ÚLTIMO MINUTO DE ÉSTA HISTORIA

Y EL DE LA ÚLTIMA CREACIÓN

SE HUBIERAN QUEBRADO

QUE HUBIERA SIDO DE AQUEL CHICO

QUE TRABAJANDO POR MIS CIELOS

CAYÓ HASTA MIS SUELOS

SE LANZÓ INCESANTE

HIERRO CONTRA HIERRO EL ECO

ONDA SONORA QUE SE EXPANDIÓ Y SE CONTRAJO

QUE HUBIERA SIDO DE SUS PEQUEÑOS AMORES

BRILLANTES VIAJEROS



SI LA TARDE AQUELLA

HUBIÉRAME ABANDONADO

HUBIERA EMANADO DE SU SONRISA

ESPORAS

COMO LUCIÉRNAGAS

SI PARA LOS QUE VIERON

LA ESCENA EN LA ESTRUCTURA DEL ESPACIO

HUBIERA SIDO RELEVANTE

MENOS QUE DRÁMÁTICO

HUBIERAN CAMBIADO SUS MUECAS POR ALCOHOL

NO HUBIERAN SOPORTADO TANTA COSA

MUCHAS VECES HE PENSADO

CUAN DIFERENTE HUBIERA SIDO

SI EL ANGULAR PIE DEL PRIMER PISO

Y EL DEL ÚLTIMO MINUTO DE ÉSTA HISTORIA

Y EL DE LA ÚLTIMA CREACIÓN

SE HUBIERAN QUEBRADO


Si muero / Saturnino Ruiz Roque

 
 

Si muero, ¡busca, hasta el confín del universo!

No me despiertes, ¡de la pálida, sombra a muerte!

Mientras abunde la vida, ¡no perdamos tiempo!

La vida terrenal, ¡es muy breve! ¡Sólo un sueño!
 

¡Tanta aurora! ¡Ocaso! algún día, ¡serán recuerdos!

No me llames por mi nombre, ¡estaré ausente después!

Realmente, ¡amar! ¡Quieres intensamente! ¡Ámame hoy!

Después partiré, ¡cuando me haya! ¡Por siempre ido!

 
¡Preguntarás! si el beso, ¡que anidaste ardiente era!

Las hojas, ¡que en otoño! ¡De oro bañan, los paisajes!

Fecunda el bosque, ¡entre tierra! ¡Para primavera!

 
Entonces, ¡surgirá! ¡En todo! ¡Un sentido a la vida!

El alma, ¡que guardaste y nunca! ¡Diste amada!

¡Embriágate ahora! Penetra, ¡mi alma en tus besos!

Cultura / Sophie Smawley





Tuvo que molestar varias veces para ser vista

"la cultura" es el objeto, que se despliega diverso

decir lo que no se quiere decir

y la broma está en el recuerdo violento que vuelve,

o la ventaja adopta tonos,

las cosas, las ideas, el azar son responsable en primera impresión

algunos no somos ciudadanos, andamos con materia de la mano,

el disgusto a las sorpresas, ni respiramos profundo antes de defendernos,
el fin estaba determinado desde la primera palabra.

Y no es tan simple como lo hablamos,

y las cosas sólo son sin sentido si las hicieron sujetos sin sentido

o si estos las piensan.

Y está tan dentro la cultura de mí que apenas la contemplo.

Que los perros ladren / Víctor Hugo Medel Gómez



Deja que los perros ladren

que se rasguen la garganta juzgando fantasmas

déjalos

que ahoguen los silencios de las apáticas noches, y acosen

solitarias estrellas urbanas

deja que los perros aúllen
 
cuando vean pasar ambulancias y carrozas negras con caballos flacos


deja a los perros ladrar hasta que queden mudos

pero déjalos que aviven las gastadas azoteas

donde los poetas se inspiran.

Yo te miré.../ Yoyi





Hasta el cansancio, con mis lozanos ojos púberes,
Mientras tú: tierna, menuda y sombría,
Con carnosos labios carmesí
balbuceas mientras lees
con esos ojos apagados:
Ensombrecidos por la blanquecina piel que los rodea,
Enrojecidos por las noches de vigilia.

Yo te miré…

Mientras esperabas sentada y yo,
Me aproximo a ti con mirada incrédula y estúpida,
Conjuro versos, prosas, ¡epopeyas!
Que tropiezan con mi lengua y quedan atrapadas en mis fauces…

Yo te miré…

Cuando la hora angustió tu rostro,
Y desvaneció el rubor de tus mejillas.
Cuando ese alguien seguramente apareció ausente
E hizo de tu tarde una mentira…

Yo te miré…
Y desee ser ese a quién esperas,
La voz detrás de la bocina,
El dueño de esa loción gastada que impregna tu ropa;
Que impregna tu piel…


¡Ella me miró!

¡Y creí ser la respuesta a sus plegarias,
El fuego de esos ojos tristes,
El tiempo que se detiene
Y se dilata por siempre en la memoria!

¡Pero yo no vi!

Que existía un abismo entre los dos:
que mis fantasías me cegaron,
que mis pies fueron timados,
que, que…
que por mirarte una alcantarilla me engulló.

Lo inconmovible / Samuel Rodríguez

 

 
A mi esposa

El acomodo de las sillas

lo que cuelga en los muros

el tipo de notas en el refrigerador

la condición de nuestros libros

y cuchillos

Nuestros bienes:

testigos insobornables

de nuestro paso por el mundo

Un mundo al que llamamos Casa

Testigos que a nadie rinden cuenta

Extensiones de nosotros

que un día serán removidas

como nuestra inocencia

Algún día ése rompecabezas

que tenemos en la sala

Nuestro valle soñado

por dónde pasa un tren y globos aerostáticos

dónde las personas se visten de la época que te gusta

quedará en el olvido

La realidad será otra

Nuestras fotos

el historial de películas

nuestros sueños

habitarán otros sitios

despojados de su peso empírico

Lo que ahora vivimos será
como una sesión de fuegos artificiales

espectáculo sublime

pero que explota y luego desaparece

Un signo que observaremos desde la eternidad

Las cosas movibles serán removidas

para que queden sólo las inconmovibles.

¿Y si todo fuera mentira? / Guillermo García

 


No por intención sino por ignorancia

¿Si no habitaran los dioses en el olimpo?

¿Y si las salas del Valhalla estuvieran vacías?

¿ y si en el Tonatiuhichan no estuvieran los dioses aztecas?

¿Si en Tlalocan no hubiera almas esperando la reencarnación?

¿si en Tlillan-Tlapallan no hubiera quien entendiera la sabiduría de Quetzalcóatl?

¿Si en el nirvana no residieran los iluminados?

¿Si en el cielo no estuvieran las almas piadosas?

¿qué sería de los dioses?

¿Dónde estarían?

¿dónde Zeus, dónde Odín,

dónde Quetzalcóatl , dónde la iluminación,

dónde HV?

¿Acaso estarían viajando por la tierra,

encubiertos entre los elementos y las personas?

¿Qué sería entonces del humano, si no podría ir

a un lugar de descanso?

¿Quién velaría por el respeto, la bondad, la paz?

¿El hombre tendría que ser responsable

de sus propios actos y salvarse de sí mismo?

¿A quién se le culparía de este desmadre

(de este mundo decadente)?

¿La ignorancia será mera estupidez humana,

en la que le gusta esconderse

para no ser consciente del mal que ha hecho?

Foto: Pelos