Expresión Libre

sábado, 5 de noviembre de 2016

Meow María


Isla Limón


En Holbox / Payus


Isla Limón




Lo que no ocurrió


Elizabeth Altamirano

Y qué si deposité todas mis penas en un baúl.
Un baúl sin llave.
La perdí o la quemé, es pregunta.
Pregunta, pregunta, pregunta. Más preguntas sin respuesta.
Deben de estar en ese baúl.
Baúl rojo, candado que no cerraba bien pero funcionaba.
Funcionaba como tu sonrisa, medio de mentiras, medio de verdad.
Funcionaba como nosotros, entre sueños y realidades.
Y qué si no encuentro las respuestas, ni la llave, ni las penas.
Pero el baúl sí.
Baúl rojo, desgastado, asustado.
Tan asustado como tus ojos, como tus manos.
Desgastado, asustado, rojo, así como las penas, como las respuestas.
Como tú y como yo.
Los sueños y las realidades siguen ahí.
Debajo del colchón. Del colchón junto al baúl.
Te espero pero no. No tienes la llave, pero sí mis penas.
Desgastado, rojo.
Como mi cabello cuando me dijiste por milésima vez que me amabas.
Y te guardé. Te escondí.
Junto a las penas, al colchón, a las llaves, a las esperanzas,
a las respuestas, a los sueños.
En el baúl.

La ciudad de los autómatas


Luis Mario

El entorno transformó sus caras con impresión, con la impresión de los arboles convertidos en hojas de papel donde se escuchaban los gritos a los que daba lectura su nota mental. Era un escuchar letal de transformación de un amasijo de carne e información sin un poco de sentido, de sentido contrario para ver correr a las bestias de metal dominando a sus jinetes, mientras recorría parajes de tiempo, de madurez sorprendida con su origen, un origen inventado y vergonzoso, donde los animales se burlan de nosotros. Han alcanzado a apreciar la vida que nosotros hemos perdido, y ¿Quiénes somos entonces? Ni por la ciencia fuimos más bestias de lo que ahora nos jactamos de ser, se nos ha fundido el acero en el cerebro, como un monstruo de ficción, sin comprensión de lo que ha movido su ambición.
Es la ciudad andante sobre engranes de reloj, la que hoy ha amordazado el ultimo quejido del planeta, la que ya no teme nadar en alcohol radiación brillante como luz de día. Se ha creado una nueva serie de hombres en masa: Hombres de fuerza descomunal, y corazón tan frio como el acero, pequeños monstruos de ficción exhibiéndose en cada esquina, es el hombre moderno habitando la ciudad de los autómatas. Potenciada con las creencias paganas en un dios de baterías y un pozo de promesas vacías.

Despedida insuficiente


Isabel Carrillo

Antes de que me vaya, como siempre,
déjame besarte innecesariamente,
para que en el ocaso de nuestros labios
perdure nuestra pasión insolente.
Antes de abandonarte,
como en todas las lunas de marzo,
permíteme apagar este deseo
entre tus muslos indomables.
Antes de mirarte por última vez
quiero arañar tu vientre
sacudirte los gemidos
y plantar en tus raíces mariposas azules
sofocando tus conflictos, tus manías, tus ansiedades.
Antes del adiós indefinido
antes de parar este amor inexplicable
déjame contarte los universos que te habitan
y las gotas de lluvia que mojan tu guarida.

Fuiste solo mía


Saturnino Ruiz Roque

fuiste ayer en mi vida solamente la estela de
la cometa y estrella
fuiste primavera que pasa, esplendorosas
figuras, luces, colores
manantial, llama, ideal e impenetrable
fortaleza que guardaste
nunca sabrás este dolor que me ha
causado tu ser que destella
inalcanzables alegrías que pudimos tener,
tantas veces dolores
perdimos por ambos la oportunidad que
completamente dejaste.
días tristes, gozando siempre en las
brillantes mieles de tus ojos
ensombrecidas tardes las cuáles mi
espíritu te buscó tantas veces
cuanto encanto encontrarte, tan afines y
a la vez tan diferentes
victorioso vuelo de la imaginación y
unísona voz de enamorados
fuiste fuego donde el dolor halló
refugio, encantadoras voces
la imperceptible quietud del viento deja
de tu voz tonos suaves

En sus brazos nada podría pasar...


Lizz Evans

Se consume el tiempo en mi reloj
las manecillas avanzan frenéticamente
y mi mente no concibe la calma.

Soy un caos emocional, hormonal
todo lo siento y vivo con mucha intensidad,
no lo puedo frenar.
Lagunas mentales
enojos, frustraciones
vista nublada,
bilis
sangre.

Nada tiene orden en mi mente
torbellinos atacan mi materia gris
y mi zona de confort, de calma, seguridad
hoy la siento tan lejana, fría, sola.

Internamente deseo tanto ese cobijo
esa voz que me trae de vuelta al presente
que me dice que todo estará bien
que en sus brazos nada podría pasar.

Derrumbaré la fuente de veneno en mi vida
despedidas, llantos... finales.

Pero contigo no sé qué hacer.... me resisto... no quiero.
Te quiero.

Edificio VIII


Manuel Rayas

SI TODO FUERA VACÍO
SI NO HUBIERA COSAS QUE TOCAR
SI DE PLANO ESTUVIERA HASTA EL COLMO
SI EL DESAMPARO DE LAS PRENDAS FUERA LA DESNUDES

SI EL TIEMPO INCONMOVIBLE
FUERA MÁS QUE MANECILLAS
DESPIDIÉNDOSE POR CADA HORA

SI LOS BESOS NO TUVIERAN
COLORES POR LA NOCHE
Y CUANDO ACABARA EL DÍA
NO HUBIERA NI ARRIBA NI ABAJO

SI DE LUNAS ESTUVIÉRAMOS CALLADOS
POR LA FRENTE
SI NO RECONOCIÉRAMOS NI EL NEGRO
NI EL BLANCO
SI DESPOJADOS DE LAS COSAS
NO TUVIÉRAMOS NI PALABRAS (NI SÍMBOLOS)
SI EL HUMANO FUERA UN ALGUIEN
QUE NO DIJERA NADA

__ NI UN INJERTO DEL TOPACIO __

SI EN LO GOLPES NO EXISTIERA
MÁS QUE SILENCIOS

SI EL FULGOR DEL SOL NO SE ENCONTRARA

SI LA PERLA MÁS FINA
FUERA IRRECONOCIBLE EL AGUA

SI DESDENES LLANOS
ABRIERA CAPÍTULO SILENCIO
SI LETANÍA SIEMPRE
INMEMORIAL FRACASO DEL INVENTO
SI BATALLA FANTASMAS
HABITARAN CADÁVER ESPEJO

SI VUELVO MEMORIA
DECIR PRINCIPIO INCIERTO
SI ORADO MOTORES
CATALEPSIA OLOR PADECIMIENTO
SI FUEGO ADENTRO
HORRÍSONO CORIFEO
SI ÓRBITA CUERVO
FLAGRANCIA CARROÑA DESTIERRO

Si marcha atrás
Adelante dejo
Exhuma criatura soledad
Si resto signos
Perdón confieso ladrón
Si robo orfanato nacido
Donación empeño sepultura
Si llego abierto al final locura
Frontera Cruz o línea imagen
Si nación unida
Circulo desierto yermo
Si reflejo eje sol
Sistema espiral bocanada
Si calle ando
Paraje incertidumbre pago

SI CALZO MUNDO
CUÑA BRAZOS ALTOS
SI LLORO MEDUSAS
ESPUMA A-MAR REPOSO

Si delira padre
Tremens canta orco
Si soez resbalo
Cañada zancada paso
Si pienso morir
Soñar tropiezo duermo

SI DUERMO PIENSO QUE MUERO
CRUCIGRAMA CANTO

Realidad surrealista


Cecilia Ibarra

Déjame abrir el ojo de agua
Que nado soltando versos
Como nereida buscando tu reino,
Dormir en tu lienzo hasta el guion final de mi vida
Y si la vida me da más vida
Que sea en tu mirar
Aunque muera en los agujeros negros
De tu rostro,
Poder deslizar mis dedos
En el oscuro cielo de tu pelo
Como gotas de roció se deslizan en tu piel
Si mi vida venturosa y pintoresca
Se pinta de grises y rosas
Será por las letras del camino
Pues incierto es el destino.

Es cierto que el mundo es incierto


Paul Carrillo

Una vez vi a una niña arrancarse de los ojos orquídeas 
pasábase la orilla del mundo entre sus dientes y dábase saltos
del tamaño del cielo.

Allá venía la madre a lo lejos la abuela triste que era ella
misma pero era como si la niña fuese que dijéramos.

Pajarraco de hielo volando hacia el sol yo aplaudía sin manos
estaba como loco.

Y aquella santa entre centellas imprimiendo el evangelio del
sexo el pánico de los eclipses de pecho.

Y otra serie de ternuras e intemperies mundos nuevos
diminutos en las orejas de esa niña.

Cuando llega la madre andrajosísima y la abuela triste que era
ella misma en fin que la niña cual copo de nieve en primavera.

Voy a ser


Jesús Gonzavelaz

voy a ser... no un citadino que impera
ni tampoco, autómata inhumano
hijo de la vida ramera
hijo de tierra invadida, trago vano
voy a ser
quien, la indiferencia mercurial
mengüe
ademas, manifestar que, todos
sienten
no hay quien sea un androide
todavía...
siegue al ras:
los sueños transcurridos
y ulteriores.
lo visceral de la ira y el amor.
quien podría:
las células en nuestro cuerpo,
fundirlas en fino metal, trasplantarlas
a todo ser, sin ser robot...
darnos, independencia cuando se avecina un cataclismo emocional.
voy a ser... todo... menos inerte metal.

Tercer Adiós


Mary Mezeta

“Para mí el adiós no fue una separación ni una partida...”
                                                               -Esther Seligson


No son el deseo, ni la lujuria
los peligros de la carne
sino los silencios, las pausas
duras como rocas,
lanzadas al aire.
Son labios que nunca dijeron
adiòs...

Despedida insuficiente


Isabel Carrillo

Antes de que me vaya, como siempre,
déjame besarte innecesariamente,
para que en el ocaso de nuestros labios
perdure nuestra pasión insolente.
Antes de abandonarte,
como en todas las lunas de marzo,
permíteme apagar este deseo
entre tus muslos indomables.
Antes de mirarte por última vez
quiero arañar tu vientre
sacudirte los gemidos
y plantar en tus raíces mariposas azules
sofocando tus conflictos, tus manías, tus ansiedades.
Antes del adiós indefinido
antes de parar este amor inexplicable
déjame contarte los universos que te habitan
y las gotas de lluvia que mojan tu guarida.

Serendipia


Ma. Guadalupe Martínez Bernal

Hoy es el día
su pétreo corazón
así lo supo.
Segura que hoy sería
visos y visiones tuvo.
Cual sibilina erudita
perdedora neófita
presurosa a la cita puntual.
Inopinado encuentro.
La mujer-poema
un tal hombre
con costras de tinta.
En ascuas húmedas
una pausa azul pactaron.
En lienzos hambrientos.
su pasión plasmaron.
juegos malabares.
Barrenas eternas infinitas.
Huellas del deseo.
Caprichos de la usura.
Solo apellidos
del diluvio quedan
O ¿quedaron?

Corre


Jesús Alfonso Silva Iñiguez

Eran casi las 10 de la noche y ya no quedaba nadie en la barranca, estábamos solos Tania y yo tratando de llegar a la cima. De repente surgió un resplandor blanco de entre la penumbra, no sabíamos que era; al acercarnos pudimos ver que era una mujer con una túnica blanca, le preguntamos que si estaba extraviada, a lo que ella respondió dándose la vuelta:
 
 -Los que están perdidos son ustedes y no tienen salvación.

II


Vianet Lagunes

Un desconocido es nombrado nuestro salvador cada sexenio
y cada sexenio,
necesitamos ser más salvados que el anterior
Ha repasado una campaña utópica con ademanes controlados
pero olvida que:
no se pueden digerir discursos grandilocuentes
con el estómago reducido
Y así caminamos,
entre histerias no resueltas e impiedad
en un grito atemporal suspendidos
En ésta patria de credo versátil
y memoria estéril
Arrodilla
entre bestias que colapsan contra su espalda
mientras sumen la vara de la justicia y la verdad
hasta el fondo de su garganta destrozada
No hay amen que alcance
ni más cielo entre el gris
No hay mentira que subsidie esta hambre
tanta tragedia, tanto dolor
Y el silencio que se concentra rabia en sus ojos
revienta la náusea entre sus dientes
Hasta que, se ahogue en sus propios gritos
… o de su sangre brote un corazón.

Oda al feo


Yoyi

Virtuoso todo aquel que a la vista no sea grato,
que disimule sus encantos con fervor
que repulse a la vista igual que al tacto;
que sea viva imagen del horror.

Una presencia denostada por doquier,
con una apariencia fútil y cansada.
Deambula por esta vida sin estar con quién
Con el azar como suerte atada.

Que su fealdad al mundo asombre
Y su melancolía erice la piel
Que la soledad a su alma y cuerpo azote
Hasta que su amargura sea vertida en tinta y papel…

Porque feo era Dante, con esa gran nariz,
mientras susurraba odas inspirado por Beatriz;
Y qué decir de Petrarca, hombre de rancia cara
Que cantó su amor a Laura sin que ella si quiera lo fumara…

Porque el feo de la soledad es fiel
Y el solitario de la melancolía es presa
El melancólico sufre a través del papel
Y como verán la fealdad hace así al poeta…

Mujer Salvaje


Meow María

Soy la mujer salvaje
La mujer jauría
Soy un cardumen
Una parvada
Soy una estampida de alaridos
En sincrónica discordancia
Soy una mujer que implota
Como erupción volcánica
Soy promiscuidad indómita
Impúdica desnudez
Soy la dueña de mi nicho selvático
Que dentro de mi sexo convexo
Soy reverso y anverso
En anacrónico vaivén
Soy cántico de amazona
Cuando me convulsa la voz
Y galopa en mí la noche
Como garganta desbocada
Como cabalgan en mi boca
Los plácidos sonidos de la antropofagia
Y te devoro con mí flor carnívora
Cuando el pulso de mi vientre reverdece
Y florezco como orquídea salvaje

Crítica de sentido


Samuel Rodríguez

La crítica implícita de ésa vaca
conmueve lo profundo:
dónde nacen los supuestos
Mastica alfalfa
como si no existiera el tiempo
ni la historia
como si ésa fuera su función sustantiva
mientras su dueño
la prepara diligentemente
para la muerte
No me canso de encontrar postales
como éstas
dónde la realidad
no parece filo cortante
sino crítica de sentido

El poeta de ojos tiernos


Cynthia Patricia Rodríguez Romero

Un alma llena de bondad, inteligencia y sabiduría.
Fiel y disciplinado en su doctrina.
Todas las mañanas, cuando empezaban a verse los
primeros rayos del Sol, a la hora que las mujeres salían a
comprar leche fresca, pan recién horneado y tortillas
calientitas, lo veían pasar puntual y apresurado,
apoyándose de su bastón, para recibir la primera
comunión de cada día.
Sus ojos eran espejos de amor,
su voz de ternura y su canto era poesía
para todos los oídos que a lo lejos lo escuchaban.
Su sonrisa era una de sus tantas cualudades.
Buscaba siempre la manera de transmitir la palabra
a todo aquel que estuviera a su alcance.
Leía diariamente en voz alta,
hablaba poco, pero sus palabras
eran portadoras de fe, paz y admiración.
Consagraba sus noches sabatinas
para contemplar a su amo,
siguiendo firmemente
su ritual de crecimiento espiritual.
Los niños, adultos y jovencitos buscaban su compañía,
ansiaban escuchar sus palabras, su interpretación y
transmisión de amor.
Las venas de sus delicadas manos, reflejaban el duro
trabajo de tantos años y sus pasos interpretaban el
esfuerzo de su largo caminar.
Cuando tenía oportunidad, doblaba sus rodillas para
sentar en cada una a los pequeñitos;los enseñaba a rezar,
les hablaba del sagrario y de Jesús, el rey de los judíos.
Su actitud lo convertía en un poeta, sus años en sabio y
su entrega hacia los demás en un alma purificada.
Pablito, un noble e inocente monaguillo, una mañana lo
escuchó llorar frente al altar...
Se acercó silenciosamente a consolarlo, lo abrazó y besó.
El poeta de ojos tiernos, como muchos lo llamaban, tocó
las mejillas de aquél niñito y secándose las lágrimas sonrió.
_¿Por qué llorabas? Preguntó Pablito.
_De felicidad, inmediatamente respondió.
_Frunciendo su frentecita, volvió a preguntar...
¿Se puede llorar de alegría?
_Por supuesto, y más cuando Dios se hace presente en una oración.
Después de aquella pequeña charla, el poeta tomó la mano
de Pablito y juntos empezaron a rezar.
El tiempo transcurrió, hasta que las campanas
comenzaron a sonar de menor a mayor intensidad.
Cuando Pablito abrió los ojos, el poeta a lo lejos
comulgaba. La ceremonia estaba terminando.
Cuando Pablito se levantó, sintió que algo se cayó...
Era un hermoso corazón de cristal. Al abrirlo descubrió
unas bellas palabras grabadas; “Hoy te regalo mi corazón
para que te acompañe a donde quiera que vayas,
tu misión será elegir el mejor lugar”.
Luego de unos días, Pablito reaccionó preocupado,
porque dejó de ver, como todos los días a su viejo y
querido amigo, y por más que lo buscaba, nadie sabía nada.
Los días siguieron avanzando, hasta que un domingo por
la mañana, una carroza blanca,
elegante y blindada entró al lugar de oración.
Un cántico celestial amenizaba el encuentro que nadie esperaba.
El poeta de ojos tiernos, estaba junto a Dios, como todos los días
por la mañana, pero ahora de manera espiritual.
Pablito no lo podía creer, lloraba de manera incontrolada...
Hasta que una profunda paz invadió su corazón.
Bajó lentamente su mano y tocó su corazón de cristal.
Leyó nuevamente aquellas palabras y comenzó a cantar.
Cuando estuvo frente al ataúd de su amigo,
tocó a través del cristal el rostro del hombre del que aprendió tanto,
y a su costado le dejó una flor con otro recado:
“Te ha tocado irte, mi querido amigo,
pero siempre te recordaré y llevaré dentro de mi ser, a ti...
Mi maestro, mi poeta de ojos tiernos”.

Tardé solo dos minutos en escribir la última estrofa


   Elena Aguilar

Durante estos cuatro años, he caminado alrededor con las piernas amoratadas y marcas de mordidas en los brazos. He dejado que el viento y una que otra almohada ajena arreglen mi cabello con un look natural.
 
Durante estos cuatro años he permitido que tu tacto abandone los poros de mi piel, una o dos noches por semana, cada vez que compro un boleto redondo a las paradisiacas playas de mi propio egocentrismo.
 
Durante estos cuatro años, te he escrito más de mil quinientos versos, he leído más de doscientos libros y he tenido aproximadamente doce accidentes. Toma esto último como mejor lo puedas digerir, no daré detalles, esta vez se trata de un sencillo recordatorio numérico de que la tierra sigue girando.
A estas alturas, ya olvidé la fecha exacta de la última vez que me viste de esa manera.
A estas alturas, solo queda conmigo la sombra sonora de lo que fuiste alguna vez, mirándome con un cigarrillo entre las cuerdas, recargada en la pared a quince centímetros de la ropa sucia que use el día de ayer para una cita.
 
Son las nueve con cincuenta y cinco de una noche lluviosa en el cuarto jueves del mes de junio, hoy acepté quien eres, lo que significa la aparición de un personaje como tú en mi vida y estoy noventa y nueve por ciento segura de que no eres para mí.

De los miedos


Guillermo García Galeno

_ ¿A qué le tienes miedo?
A la oscuridad.
_ ¿Es eso o a imaginar
que algo te puede atacar?
Mmm, bueno sí, a que algo
Me haga daño.
_Entonces no le temes a la oscuridad.
Si lo piensas así, no, no le temo.
_Le tienes miedo a la imaginación.
¿Cómo le voy a tener miedo
a la imaginación?, es absurdo.
_Tú lo acabas de decir.
¡Te estoy diciendo que no!
¿Quién le va a tener miedo a imaginar?
_ ¿Duermes con la luz prendida?
Algunas veces
_ ¿Algunas veces o casi siempre?
Casi siempre
_ ¿casi siempre o siempre?
Siempre
_Entonces duermes con la luz prendida.
...si
_ ¿Por qué?
Porque…
_ recuerda que no le tienes miedo
a la oscuridad.
mmm… noo
_Temes imaginar que…
Me tengo que ir.