Expresión Libre

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Comunidad alternativa / Samuel Rodríguez


Los camiones de ruta tienen
la fama de transmitir música
de muy mal gusto, pero el
día de ayer fue la excepción.
Todos los pasajeros
veníamos concentrados
escuchando una playlist con
las canciones más
nostálgicas que he
escuchado en la vida.
La cosa más extraña sucedió,
cuando pasamos por una
taquería y vimos a un
hombre rebanar, sin ningún
remordimiento, la carne de
cerdo que tenía apilada en el
trompo. Todos los pasajeros
(sin excepción) soltamos el
llanto. Fue una revelación
existencial. Una sensación
de comunidad nos invadió a
todos. Al poco rato me llegó
una notificación: “la carga de
tu batería está por agotarse”.
El resto del viaje nos fuimos
escuchando el sonido
metálico de la ciudad.

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