Expresión Libre

miércoles, 7 de diciembre de 2016

La vara / Jesús Alfonso Silva Iñiguez





Teníamos mucho tiempo visitando a mis abuelos casi todos los días. Cuando íbamos de visita era común que nos quedáramos a dormir, una de esas veces estábamos viendo la televisión antes de acostarnos. Pasaba lo habitual mi abuelo rezaba el rosario en el pasillo de la entrada y la puerta del patio estaba cerrada con una tranca; esto debido a que una vez se metieron a robar, por ese lado de la casa. Era una finca antigua, donde vivían mis abuelos y contaba con dos entradas, una por el lado de la sala y otra por el pasillo donde mi abuelo siempre se sentaba a rezar en una de esas sillas tejidas con hilos de plástico y armazón de herrería, cómodas sólo para algunos.
Mi hermano y yo nos reíamos del programa que estábamos viendo, que era un programa de variedades de la barra nocturna de aquellos años, algunos de nuestros sobrinos que vivían a unas casas también estaban ahí, pasábamos un momento muy agradable en familia, cuando de reojo vimos una rama volar que venía del pasillo que a su vez era un cuarto, que comunicaba los dos lados de la casa, al oír el estruendo de la vara nos paramos para ver quién la había aventado salimos rápidamente a ver si alguien estaba en la entrada o en la sala pero todo estaba en su lugar la puerta atrancada mi abuelo rezando y le preguntamos si vio a alguien pasar pero negó con un movimiento de cabeza. Después de revisar exhaustivamente por toda la casa y no encontrar nada decidimos regresar el pequeño trozo de madera a donde los tenía mi abuela, esos troncos los usaba para hacer un preparado especial que mi familia comercializaba para evitar la oxidación de equipos industriales, una vez que dejamos todo en su lugar regresamos a sentarnos pero aún no nos acomodábamos bien el sillón cuando otro pequeño tronco atravesó la sala esta vez corrimos aún más rápido para buscar al que estaba haciendo la travesura pero no encontramos nada, tenemos varias teorías al respecto de que ocurrió esa noche pero ninguna nos termina de convencer, hasta la fecha no puedo decirles que pasó, Sólo contar lo que vi y oí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario