Expresión Libre

jueves, 2 de noviembre de 2017

¿Por qué escribimos? / Joel Eliasib López Velasco


Para plasmar nuestra memoria, nuestro legado, y que este perduré en la posteridad; como lo hicieron los antiguos mesopotámicos, mayas y egipcios, los cuales embelesados por los símbolos y caracteres, grabaron su mundo en la sempiterna roca.
Para no ser devorados por el tiempo y que la carrera desenfrenada de la vida borre nuestra existencia. Para no ser silenciados por el estruendo de una realidad corrompida, autómata y que extermina la belleza del existir. Escribimos para clamar cuando suprimen nuestras voces, escribimos para luchar en contra de la injusticia, escribimos para con bravura, salvaguardar nuestro planeta, nuestro hogar, el cual, un ente de concreto y metal está arrasando sin piedad. Usamos nuestras plumas cual nobles alfanjes para librar combate por nuestros bosques, nuestros océanos, por los millones de vidas que cada día son sacrificadas sin misericordia. Escribimos para defender a los que no tienen voz, para denunciar las atrocidades cometidas en contra de la vida. Escribimos para suplicar por la paz, para salvar a nuestros niños que agonizan abandonados en las junglas de concreto, que sucumben bajo la tiranía de Ares, dios de la guerra, o que ven su luz extinta en las voraces fauces del hambre.
Escribimos para combatir nuestra realidad, escribimos reacios a aceptar ser atropellados por la crueldad. Contemplando con rabia impotente la victoria de la injusticia, el saqueo de nuestros pueblos a manos de gobernantes inmorales, el dolor de nuestros seres amados y la devastación de nuestro mundo que llena inmundos bolsillos con escasas monedas, luchamos sin tregua buscando contrarrestar ese incontenible alud que nos sepulta. Y cuando esta predomina, resistimos recreando nuestra realidad.
Construimos héroes, seres colosales, que son capaces de ganar esas batallas que nosotros no podemos. Erigimos a nuestros protectores por medio de los valores que atesoramos: lealtad, bondad, justicia, compasión, fuerza, bravura, amor y sacrificio. Al mismo tiempo, convertimos nuestros miedos en villanos y los forjamos a partir de esa realidad a la cual nos oponemos y buscamos combatir. Estas criaturas encarnan la injusticia, el caos, la desgracia, el dolor, la impunidad y la violencia, esos terrores que nos torturan y de los que parece no tener escape. Escribimos para crear épicos combates entre nuestros bravos paladines y estas pesadillas, las cuales son finalmente vencidas y desterradas de nuestro mundo. Escribimos para que la luz venza a la oscuridad, para que la esperanza de un mundo mejor se consolide. Escribimos para aferrarnos al anhelo de poder vencer a ese monstruo que amenaza nuestra existencia.
Escribimos para plasmar nuestros sueños y esperanzas, pues somos quijotes, románticos y un tanto quiméricos. Somos quienes no dejamos de luchar por crear un mundo mejor, quienes somos capaces de ofrendar nuestras vidas por quienes amamos. Somos quienes nos reescribimos como adalides protectores y nos aferramos al ensueño de luchar por el astro que dirige nuestra vida. Somos quienes aún creen en el amor y al resistirnos al dolor de un corazón roto, componemos bellas historias por medio de tiernos y apasionados versos. En las cuales derramamos nuestro corazón y nuestras ilusiones cobran vida. Escribimos para que la luna y las estrellas brillen dulcemente en nuestra oscuridad. Escribimos para encontrar a esa dulce hada, llamada amor que nos inspira a navegar en tempestuosos mares y luchar en contra de formidables bestias que la amenazan. Escribimos para ver esa dulce sonrisa, esos hermosos ojos que nos miran con amor. Escribimos por que luchamos por el estandarte de cupido. Escribimos porque aun creemos en la magia de la poesía.

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