Expresión Libre

martes, 22 de enero de 2019

Cecilia Ibarra


Cecilia Ibarra


Cecilia Ibarra


Decir, hacer… / Andrea de la Cruz



Entre lo que veo digo,
entre lo que digo y callo,
entre lo que callo y sueño,
entre lo que sueño y olvido.
La poesía siembra los ojos en las páginas
siembra las palabras en los ojos.
los ojos hablan, las palabras miran,
las miradas piensan
Oír los pensamientos,
ver lo que decimos,
tocar el cuerpo de la idea.
Los ojos se cierran
las palabras se abren.

Cinthya Patricia Rodríguez


Eres el significado de todo lo que anhelo...
aquello con lo que siempre he soñado;
tan leal, firme y siempre a mi lado.
Mis pensamientos te conocen,
aunque aún no chocan nuestras miradas,
ni se estrechan nuestros brazos.
Te veo fuerte, así como el oleaje.
Radiante, como el sol que ilumina
cálidamente nuestros días.
te imagino enredado en mis pupilas,
cobijado con mi alma.
Tan diferente a otros:
con sabor y olor uniforme.
Toco tu piel en un suspiro
mientras me impregno suavemente en ti,
en tu pecho que es mi soporte,
en la magia que hay en tus palabras.
Me reconozco frágil, vulnerable y amado.
en una fotografía sin reloj
donde no existe el tiempo, ni el dolor.
crisantemo de arena soy.

Reinicio en el sistema / Elena Aguilar


Esa noche fui testigo del más pequeño y significativo cambio
en la superficie de la nave. Yo deambulaba errante entre
documentos y viejos grabados que encontramos días antes en las
tierras amuralladas, analizando la semejanza de patrones, y la
relación causa y efecto que los hechos de otras eras en aquellos
lugares tienen sobre nosotros ahora; cuando fui interrumpido
por un apagón en el núcleo de poder frontal, las luces se habían
apagado pero todo seguía en correcto funcionamiento, sin duda
un anuncio de toque de queda, únicamente los guardias en turno
se quedarían a cumplir con sus labores. Para mí, ya era tiempo
de ir a casa, gaste unos segundos en ponerme la chaqueta, es por
eso que vi como todo sucedía. Un silencio total se apoderó de la
nave, seguido del ruido característico del reinicio de sistemas,
el CO2 fue liberado con una gran descarga y reemplazado por
una dotación de oxígeno más grande de lo común, todos en
la nave quedamos extasiados gracias a la dosis, y al parecer
nuestra respuesta fue tan bien recibida ya que fuimos premiados
con otra dosis igual de grande. Recuerdo haber visto como la
capa acorazada de la nave ondulaba y cambiaba de dirección
constantemente, estirándose y adaptándose a una nueva forma
mientras en los muros y techos corría el luminoso combustible,
¡jamás lo había visto brillar de esa manera!, mientras mis ojos
se adaptan a la nueva iluminación rojiza del lugar, los sistemas
volvieron a iniciarse y todo recobró su ritmo natural, solo que
más lento, con ritmo, la clase de son que te acompaña a casa y se
adapta perfectamente a tu paso.

Tu mar en llamas / Fernando Cabrera



Por un tiempo te he visto
visto esos ojos de mar
mar que me quema por dentro
dentro mío siempre has de estar.
No te puedo yo dejar
dejar en ti de pensar
pensar en las llamas dentro
dentro de tus ojos de mar
Sabes hacerme llorar
llorar con tus ojos de mar
mar que incendia ciudades
ciudades en que yo he de estar
Miedo le tengo a tus ojos
ojos que a veces me das
das desde este tan alto
alto que caigo en tu mar.

Sansai 1 / Jesús Gallegos


Te busqué en la sexta vida de un
gato Pensaba en tu nombre como
en una bolsa llena de planetas en
medio de un duelo en el viejo
oeste apuntándose con revólveres
negros Tengo atravesado un
elefante en el pecho o es un
edificio al que subiremos a bailar
y olvidar que la locura la
traemos tatuada en los manos
Montaremos el elefante y
viajaremos por cada nuevo país
que me escribas Cada día te
regalaré uno de mis caballitos de
mar que guardo en mi bolsillo
Tengo los ojos impregnados de
visiones en Tokyo donde libélulas
lamen los pianos en los que
duermes Tengo ganas de
enviarte mi estómago en un
correo electrónico juntos con los
poemas que te escribí y enterré
en el desierto pero olvido como
transcribir las nubes y los
huracanes en un papel Tengo la
receta para destruir todo
mientras preparo el café y veo
tus piernas mecerse al mismo
ritmo que los cometas Todo lo
creado en este episodio es una
alucinación No existe No existirá
Este poema no será recordado
después de ser leído porque
nunca fue escrito

1 Olvidar todo: Olvidar la muerte como final Pensar en las ganas de gritar como en todas las moléculas del sol aullando al mismo tiempo Olvidar que las flores se abrirán el pecho a media noche Olvidar tu 400 golondrinas mientras dormías Olvidar tu nombre en cada beso que le doy a la cruz donde descansa

Invernadero / Ma. Guadalupe Martínez Bernal




Sombrillas son amorosas
Selva son corazones
Finas telarañas simétricas y asimétricas
Chicharras presentes, aleteos de mariposas
Canto, trinos cortejantes
Sensualidad, excitación, gemidos
Melodía con pausas armoniosas
Silencio reynante por segundos
Verdes dependientes de la luz
Sonido libre, uuuhh ahí cri iiiii
Zzzzz ig ig ig sssss orrr
Wi w iwi it it it iiii
Chasquidos, fantasía guttural
Piares, zumbidos,
Gotas escurridas amorfas
Anturios doblemente obsenos
Falos doblemente erectos
Cafeína transmutada en haz.
Peciolo, envés, limbo, vaina
Mi respiración
Ápice
Tu voz…

El rey que no quería reinar / Cuauhtémoc Salazar Nando




“- Acércate, para que te vea mejor -, le dijo el rey,
Que estaba orgulloso de ser al fin rey de alguien”.
“El Principito”
Antoine de Saint-Exupéry
En otro tiempo existió un reino muy pequeño, cuyo rey no quería reinar. Al menos sobre los humanos. Sus intereses iban más allá de lo mundano; más idealistas que materiales, más espirituales que terrenales. Añoraba ver sus dominios, su tierra, libre del humano; limpia, inocente; salvaje y pacífica.
Para tal fin decretó dos únicas leyes; la primera con castigo de pena de muerte para el infractor, la segunda con destierro para la familia del transgresor.
Estas dos leyes eran la que prohibía el nacimiento y la que vetaba la muerte.

¿Amor se llama? / Rebeca Carrillo



Dicen las malas lenguas
que el amor sí existe.
que hay lugares donde
puedes contar tu experiencia,
si es que ahí estuviste.
Que se esconde
bajo la almohada
y cuando en las noches sale
¡Te mueve la cama!
Que las promesas no son
más que palabras
que salen de la nada,
dejando mil emociones amarradas.
El brillo que emanas,
ese amor con el que matas
¿Amor se llama?
No estoy familiarizada.

Debería 1 / Vocaur


Debería ponerle tanto final a tus besos,
tanta distancia a tus labios,
tanto temblor a tus manos
después de las zozobras del placer,
y apagar las voces que no me dejan respirar,
que taladran mis pies
volviendolos nidos de ojos derechos.
Debería ponerle tanto tanto final a tus besos
que solo los muertos reconocieran a sus muertos.

Anónimo I / Marco Antonio García Serrano “Cannibal”



“La tranquilidad es un anhelo
Desesperado porque corra el tiempo
Devorado por el tiempo y la duda
Esperando lo inesperable
Recordando lo absurdo
Dudando de la partida
Regurgitando mis recuerdos
Dios es voyerista
Mirarla y con ganas de hablarle, pero a la vez con ganas de odiarla
Como se puede odiar lo que tanto quieres
La culpa es la prima del odio
El absurdo es mi camino
EL Futuro es un perro en silla de ruedas
Por ratos el olvido es mi ocio
Los días son mi tormento
Las noches son mi ausencia
La suerte es una calle insegura
El miedo es parte de mi vida
Sintiendo lo extraño
Lluvia de destellos
Ese perro moribundo debajo del auto
Quisiera ser un día soleado
Anhelando el pasado”

Ángeles Alonzo Mendoza


Esta sensación ardiente,
La cual roza mi piel
En momentos de intimidad,
Aquellos besos cálidos…
Deambulan perdidos en mí ser…
Pisando mi cuerpo…
Dejando huellas hirvientes,
Los cuales me queman
Y me agradan
Adoro aquel ritual amoroso…
Juntar nuestros labios,
Sentir nuestras manos,
Y olvidar el paso del tiempo,
Tan solo nuestra compañía…

Los demonios / Jesús Alfonso Silva Iñiguez


Es la vida que te alcanza
Que te dice a dónde vas caminando
Buscando cuentos cuando te salen rimas
Son los textos que se plasman en tu subconsciente
Que buscan salir como demonios de un mar de pensamientos
Escapando del infierno donde los tienes cautivos
Buscando un nuevo hogar en la mente de los lectores
Y que se mudaran a nuevos oyentes al relatar los versos
Al recitarlos a los amigos en la borrachera
O en la plática intelectual de algún café
Cuando algún cibernauta primerizo los encuentra
Estos demonios poseen su mente también.

Flama etérea / Luis Mario Chávez Aceves



Enfurece y repele con una fuerza que vislumbra tu mirada clavada incandescente,
Sin tapujos te extiendes, en el medio del caos sin ser condescendiente
Quien en una mano tiene dulzura y mesura con una mueca aun si es fingida despierta los males terrenales por los arrabales
Es con premura como recorres temores y te impregnas en la memoria reticente de un sujeto decadente,
Ganas confianza como beligerante alianza, entre trinchera y trinchera te sé realmente sincera.
Así como tu voz libera tórridos improperios como argumentos,
vendavales atemporales caen en las adversidades, aún brillas en el silencio,
porque a miradas uno se entiende, escatimamos en palabras cuando hay verdaderas intenciones como pormenores.
Aún siento tu calidez, Tú que eres flama que ilumina con una sonrisa que le rebasa las mejillas cuando el mundo se torna en silencio y alardean las pesadillas,
aun si callas cuando parece que te apagas, acompañas con el talante discreto que esperaría de una amiga.
Flama etérea que es bella de admirarse, que evade grácilmente las explicaciones para evitar consumirse mientras se vuelve iracunda,

que puede arder al mínimo roce no importa las intenciones no logra consumirse. Que parece distraída que se muestra siempre tranquila, que extiende su brillo sin hacer caridades y dice sus verdades sin mirar paridades.
Debe ser quizá por eso que no he visto caer una lágrima,
los torrentes puedes pensar se llevarían esa fuerza que te enaltezca, debe ser por eso que sólo siendo tu amigo en silencio puedo traspasar ese fuego sin quemarme, Sólo discreto puedo admirar ese encanto de ver a fuego etéreo nacer de un grito y desvanecerse en un llanto fuerte pero expedito.
No restrinjas tu soltura me alegra, es un espectáculo de luces perforando los cielos si tengo la suficiente vida para resistir esas quemaduras, espero

Myortvaya Zona


Camina por la calle, viendo al suelo,
pensando, meditando, sintiendo ese espacio muerto,
esa parte que simula vida pero que nunca la ha tenido,
siente su cara entumecida, siente de adentro hacia afuera,
como si esa piel no fuera suya, pero él lo sabe, no es ajena.
Nada es como debería, todo es una triste imitación,
que no encuentra su lugar, y se aferra a la imaginación
Pero que triste, no lo puede siquiera imaginar
uno no puede imaginar algo que jamás ha visto,
o al menos visto algo que le sea similar
Una vez soñó que al verse a si mismo todo era normal,
que despertaba y al echar al espejo una mirada
encontraba todo con algunas puntadas y en su lugar,
pero sólo se engañaba a si mismo diciendo que lo que veía
era diferente a lo que le era habitual
Sabe que esas cicatrices le han hecho mucho mal,

La bujía… / Manuel Rayas



La bujía
Deja su chispa enfrascada
Maldiciendo su memoria de gotas tristes

Samuel Rodríguez


This is about life
About flesh
The think will become
The sun is enougth
Come out
Lets sing another song
Pure song
About the distance

Apartaré del cielo / Saturnino Ruiz Roque


Soneto 10

Apartaré del cielo, tus ópalos distantes
Entre la fragancia, del aroma de los bosques
Si al balcón, de tu casa lleva el viento entre luces
Al transparente cristal de tu ventana lucientes.

Crepúsculos sombríos, como soles nacientes
Entre el abismo a tus pupilas iridiscentes
Todo, tu cuerpo armonía de astros relucientes
¡Y bajo que sendas, bebí tus labios triunfantes!

¡Somos como río y el tiempo, solos, silentes!
Tu cuerpo, tu figura, siempre en sombras y luces
Al rodaje nuestras vidas con incertidumbres.

¡La noche, espesa de estrellas lejanas, no dices!
¡Sumerjo alma entera entre infinitos abismales!
¡Nada espero amada solo, miradas ardientes!

Siete veranos / Juan Amador Gaya



Tres de vaivén y cuatro fijos. Entre Minerva y Tecate hay mucha distancia, sueños, anhelos y complexiones distintas pero amabas conducen los hermosos pies que anuncian paz, las buenas nuevas en este juego llamado vida donde brincamos de las ramas a las raíces y de nuevo volvemos al columpio a pasearnos y reímos, lloramos, caemos, nos levantamos una y otra vez hasta que nuestra línea de plata es alumbrada con esa luz ámbar, la zarza otoñal que anuncia nuestro noviembre. Esa penúltima estación de este tren vivencial.
El tiempo es un montón de granos de arena tratando de pasar por un pequeño cuello para escaparse de un sitio a otro idéntico, sin perseguir, ni comer y mucho menos curar a nadie. Solo busca pasar y pasa.
Con palabras se construyen muros con balcones y puentes llenos de flores o espinos. El tiempo no perdona, Dios sí. El Altísimo es padre de cronos, sube y baja de la locomotora en la estación que le place, desde otoño a verano ha visto ya todos los destinos, futuros colectivos e individuales y aún así sus palabras siguen moldeando nuestros eternos interiores como cuando el barro esta flojo y las manos presionan para dar forma. La palabra sigue construyendo puentes, el verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Sigue habitando entre nosotros.
No importa el ludus, importa el maestro que adiestra las manos, que rastrilla la arena cada día presentándonos una oportunidad virgen como si fueran sabanas limpias listas para usar. Importa decir al final he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Alejandro Farías


El fuego nos habla
de faros infinitos
en telúricas mareas
ensortijadas
en lejanos laberintos.
Callejones de olas
sobrevolando el sueño
de ser uno
con el todo.
Caminando hacia dentro
abrevando del viento
el manantial insurrecto.
Respirando el deseo
los dados caen
y jamás tocan el suelo…

Candado desnudo / Jair González



Otra vez no somos nada...
en un, ahora
cuando era, mientras encajabas
las uñas de leona
en mis antebrazos inermes,
y jadeabas gemibunda y,
despiadada,
sólo así somos... desde que nos encontramos.
esporádicos amantes
amigos, antes de la helada
de éste, invierno incierto y perenne.
La sabana impregnada de preámbulo
tras la fricción de mis manos,
locomoción de mis instintos vanos.
Frotación escandalosa de un ciego sonámbulo
y como los vasos se rompen, nos derramamos
en la cama.
perdidos, triturados en orgasmales sombras,
de órganos muertos y resucitados,
desinhibición
fortuita carne puntos G
dualmotríz maquinando
el desquicie Lascivo de tus dedos,
postra mi ser entre locura y cordura.
Saliva, desplegada,
entreverada en la absolutes libidinal
de tu demencia
indecente.
La brama de mi boca enjaguada
en un géiser de la desfachatez
y desnudez de alma profanada,
atrevimiento en está vida tan corta...
rota,
moral destartalada
supralógica mente revestida.
Eviterno candado desvirginado.