Ciudad de México. En el estado de Chiapas en
el que vivíamos un grupo de niños huérfanos,
abandonados en la calle sin saber quiénes
eran nuestros padres, sin vivienda que nos
resguardara del frio, bien que puedo decir
cada día era un reto para nosotros, no era de
los lugares que te regalaban dulces por ser un
niño nosotros teníamos que robar comida
para sobrevivir. Éramos los más degradados
del pueblo, era una tortura vivir ahí y
odiábamos cada segundo en él.
el que vivíamos un grupo de niños huérfanos,
abandonados en la calle sin saber quiénes
eran nuestros padres, sin vivienda que nos
resguardara del frio, bien que puedo decir
cada día era un reto para nosotros, no era de
los lugares que te regalaban dulces por ser un
niño nosotros teníamos que robar comida
para sobrevivir. Éramos los más degradados
del pueblo, era una tortura vivir ahí y
odiábamos cada segundo en él.
Día tras día, noche tras noche las calles eran
crueles para un grupo de niños sin hogar,
pero a pesar de eso siempre estábamos juntos
porque éramos una familia, eso teníamos que
ser, así crecimos, así sobrevivimos, pero
sabíamos que esa no era vida. Aun seguíamos
siendo personas patéticas con vidas patéticas
en un lugar terrible, todos los adultos eran
asesinos o narcotraficantes y todos los niños o
eran delincuentes o drogadictos y para salir
de esa vida bueno solo había una manera…
que era la muerte.
crueles para un grupo de niños sin hogar,
pero a pesar de eso siempre estábamos juntos
porque éramos una familia, eso teníamos que
ser, así crecimos, así sobrevivimos, pero
sabíamos que esa no era vida. Aun seguíamos
siendo personas patéticas con vidas patéticas
en un lugar terrible, todos los adultos eran
asesinos o narcotraficantes y todos los niños o
eran delincuentes o drogadictos y para salir
de esa vida bueno solo había una manera…
que era la muerte.
Un día mientras miraba el punto más alto del
pueblo, estaba preparando mis cosas para
irme, porque al final ese pueblo fue
demasiado para una familia temporal de
niños.
Había pasado 10 años desde que todos mis
amigos murieron solo quedábamos yo y mi
mejor amiga. Ella me decía que se había
hartado de vivir esa vida. Que quería cambiar
el futuro, quería un mundo para bien lleno de
buenas personas, ella no quería más
sufrimiento.
buenas personas, ella no quería más
sufrimiento.
Estuve de acuerdo en ello, después de eso esa
fue la última ves que vimos ese pueblo.
fue la última ves que vimos ese pueblo.
Después de tomar esa decisión de salir de ese
pueblo entramos a estudiar política en la
ciudad de México, de inmediato nos dimos
cuenta de que éramos diferente a los niños
ricos consentidos por su padres, pero no
perdimos la esperanza, seguimos estudiando
más y más queríamos que se tragaran sus
palabras y que vieran lo que podían lograr un
par de pobres humildes.
pueblo entramos a estudiar política en la
ciudad de México, de inmediato nos dimos
cuenta de que éramos diferente a los niños
ricos consentidos por su padres, pero no
perdimos la esperanza, seguimos estudiando
más y más queríamos que se tragaran sus
palabras y que vieran lo que podían lograr un
par de pobres humildes.
Después de unos años nos graduamos y
fuimos diputados en la cámara de senadores,
pero después de ver cómo se manejaba las
injusticias ahí adentro decidimos salirnos de
ahí, queríamos hacer la diferencian de toda
esa corrupción, queríamos cambiar las cosas,
entonces con nuestros ahorros de trabajar
construimos un orfanato para los niños de
México y más tarde empezamos a construir
uno en cada rincón de la república, dándoles a
los niños huérfanos: comida, educación y
principios morales, para que vieran que no
sólo son el futuro de nuestro país, sino de
todo el mundo y que lo pueden cambiar
dependiendo de sus acciones, porque los
únicos que podemos cambiar al país y al
mundo, somos todos nosotros y se empieza
primero con uno mismo…
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