Las élites políticas de Jalisco durante la Intervención y el Segundo Imperio
Parte I
¿Por qué el Segundo Imperio?
El período denominado como el Segundo
Imperio es conocido popularmente por haber
sido un gobierno que fue promovido por los
soldados franceses, en el que el máximo
regente fue un noble austriaco miembro de la
casa de los Habsburgo llamado Maximiliano,
el cual intentó promover un gobierno y
costumbres acordes al viejo continente y que
no habían sido vistas en México desde el
Imperio de Iturbide. Por otro lado es también
popular el personaje de la emperatriz Carlota
de Bélgica, quién en un intento desesperado
por ayudar al Imperio en decadencia de su
esposo, fue a buscar ayuda a Europa, y al no
encontrarla se volvió loca. Finalmente este
episodio de la historia concluye con un final
"feliz" para el gobierno de Juárez, puesto que
de estar a punto de la derrota, las armas
republicanas comienzan a obtener victorias y
recuperar territorio hasta que el destino del
Imperio queda sellado con el sitio de
Querétaro y el fusilamiento de Maximiliano
junto a sus principales generales Miramón y
Mejía en el cerro de las campanas.
Con el pasar de los años este periodo de la
historia ha servido para múltiples fines que
van desde el consolidar la imagen de la
República y a Juárez, aumentar el panteón de
caudillos mexicanos y la historia de bronce
mexicana, embadurnar con una imagen
heroica al ejército mexicano tras la "gran"
batalla del cinco de mayo, y finalmente, en
años recientes crear novelas a partir de la
imagen romántica de la pareja imperial. Sin
embargo el Segundo Imperio es mucho más
que batallas y disputas políticas: fue todo un
sistema de tipo monárquico que decretó leyes,
cobró impuestos y buscó el reconocimiento de
otras naciones, por otra parte existen
numerosas ideas erróneas acerca de la
Intervención y el Imperio, por ejemplo,
actualmente siguen vigentes en el estudio de
este periodo las etiquetas creadas por la
historia oficial para denominar a los
personajes de ambos bandos, pero considero
que no es acertado tachar de buenos o malos,
traidores o no a los actores que participaron
en este período debido a que los personajes de
cada lado guiaron sus acciones de acuerdo al
rumbo de los acontecimientos generales y de
sus propios intereses, ya que ni los
imperialistas ni los republicanos
conformaban grupos homogéneos, por el
contrario, ambos lados estaban divididos
según sus ideas y cada personaje se alineaba
con el partido que le conviniera según sus
propios intereses.
historia ha servido para múltiples fines que
van desde el consolidar la imagen de la
República y a Juárez, aumentar el panteón de
caudillos mexicanos y la historia de bronce
mexicana, embadurnar con una imagen
heroica al ejército mexicano tras la "gran"
batalla del cinco de mayo, y finalmente, en
años recientes crear novelas a partir de la
imagen romántica de la pareja imperial. Sin
embargo el Segundo Imperio es mucho más
que batallas y disputas políticas: fue todo un
sistema de tipo monárquico que decretó leyes,
cobró impuestos y buscó el reconocimiento de
otras naciones, por otra parte existen
numerosas ideas erróneas acerca de la
Intervención y el Imperio, por ejemplo,
actualmente siguen vigentes en el estudio de
este periodo las etiquetas creadas por la
historia oficial para denominar a los
personajes de ambos bandos, pero considero
que no es acertado tachar de buenos o malos,
traidores o no a los actores que participaron
en este período debido a que los personajes de
cada lado guiaron sus acciones de acuerdo al
rumbo de los acontecimientos generales y de
sus propios intereses, ya que ni los
imperialistas ni los republicanos
conformaban grupos homogéneos, por el
contrario, ambos lados estaban divididos
según sus ideas y cada personaje se alineaba
con el partido que le conviniera según sus
propios intereses.
Por otro lado el ejército francés estaba
conformado no sólo por soldados franceses —
en realidad estos ocupaban los puestos de
mando en la mayoría de las veces— sino que
las fuerzas enviadas a México estaban
conformadas por soldados de numerosas
nacionalidades desde argelinos hasta
alemanes y con diversos orígenes como
soldados reclutados en las colonias francesas
y mercenarios contratados para la campaña
en México.
Si bien el imperio fue planificado y sustentado
por una nación extranjera; no hubiera podido
ser viable de no ser por un grupo de
mexicanos que le dieron su apoyo e incluso
animaron a Napoleón III para que llevara a
cabo su empresa en México, asimismo el
gobierno, su desarrollo y posterior caída
tomaron lugar en territorio mexicano por lo
que este episodio no puede verse como algo
exterior y ajeno al país sino como parte de su
devenir histórico; finalmente la historiografía
decimonónica acerca del tema se enfocó más
a defender su causa y atacar a los contrarios
para posteriormente crear una visión heroica
de la lucha y sus caudillos por parte de los
vencedores, colocando en el papel del malo al
Imperio junto a Maximiliano y de traidores a
sus colaboradores mientras que los vencidos
buscaron comprender un poco el régimen sólo
para justificar su derrota y limpiar su honor.
Por otro lado gran parte de la historiografía
del siglo XX aprobó la versión oficial de los
hechos, e incluso fue utilizada por el gobierno
revolucionario como herramienta de
legitimización y no fue sino hasta años
recientes que se comenzó a cuestionar la
imagen oficial de la Intervención y el Imperio,
así como comprender el funcionamiento del
gobierno de Maximiliano, la importancia del
ejército tanto para los republicanos como los
imperialistas, y sobre todo el papel que jugó la
nación mexicana en medio de la lucha entre
República e Imperio.
Continuará...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario