Dieciséis, diecisiete, dieciocho y así sucesivamente,
yo te espero hasta que se nos acaben los años,
y entonces ya no seas el amor
de mis años sino de mi vida.
Quién lo diría, te me metiste en los ojos.
Yo sabía que eras muy
pequeña, pero, nunca creí
que tendrías tal facilidad de meterte
en el organismo de un hombre, Dijo.
Prometí no enfadarlo
Y prepararle un pastel con moca de vez en cuando
El prometió quererme de todas las formas
que eh escuchado que se puede querer
Y prepararme una carta de vez en cuando,
aunque yo sé que están hechas con el mismo corazón,
siempre lo escribirá de manera distinta.
Me adoraba yo lo sabía, y no saben cómo me hace feliz eso
Y feliz no es algo pequeño,
es algo grande que abarca cada
segundo del día.
Hoy estuvimos en las nueve esquinas
hoy estuvimos de los cinco dedos, de los dos labios
Sin verlo a los ojos,
porque siempre que lo veo
siento que mañana no podré
Olvido que tenemos mucho tiempo
O es que el tanto tiempo ya se me hace tan poco.
En lugar de leer, le escribo
En lugar de pensar y pensar,
lo pienso como un ejercicio matemático.
Ha sustituido muchas cosas
o tal vez solo las ha llenado,
como ponerle flores al florero.
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