Porque la
carretera es nuestra
propietarios
de los caminos y la carcajada
de la
sangre que baja por la nariz
y que se
hace transparente
como un
cenit de cocaína
Estamos
para decidir cuando la franja blanca es blanca y cuando el negro es
ausencia
de color en estas líneas
blanconegroblanconegroblanconegroblanconegroblanconegroblanconegro
de la
de toda
de nuestra
Carretera
dispuesta
Para
cruzar nuestras suburbans
penetrar
los campo y ensuciar
con semen
las cosechas
y aplastar
a nuestras huilas
encima de
las flores rosas
de esta
temporada
Tirar la
linfa de las vírgenes y su raza
y el
primer olor de su sexo entre nuestros dientes degollinos
verter sus lágrimas en la carretera
para crear
una lluvia muy privada
en el microuniverso
asfáltico
blanconegroblanconegroblanconegroblanconegroblanconegroblanconegro
Nuestro
sexo es un pez oscuro o un dentado lagarto. Es la gracia necrófila; nos
carcajeamos
embistiendo
a las más jóvenes en el carril de en medio de esta autopista; a quienes les
pedimos
guardar en el culo nuestra rodilla y su impacto. Y no agradecen. Les pedimos
que
me
amamanten para morderles los pezones, arrancarlos y dejarlas sangrando en medio
del
tercer
carril de esa autopista
en el continum
l a s a n g r e l a s a n g r e l a s a n g
r e t o d o s l o s p o s i b l e s c o l o r e s d e
l a s a n g r e p r o f u
n d a l a s a n g r e l a s a n g r e
carajo
que rico
carajo
los desgarres
esta puta
sabe sangrienta
sabe a
plasma
a placenta
Y luego
regresar a
los ídolos perdurables
de la red 4g del teléfono rojo
de la
complacencia displicente
Regresar
a la
impunidad de la autopista vacía,
a la
escolta de cinco motos para cruzar la ciudad
el camino
ese soplido
los pies
encima del escritorio de caoba
del
escroto de quien sea
poder
aplastar a los hijos
a todos los soles y breas
a todo lo que cruja y
supure.
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