Descubrí que la vida lleva un rumbo, un por qué, y un enano.
Un rumbo al cual solamente yo quisiera poder alcanzar, porque sólo yo conozco mis limitaciones.
Un por qué para seguir manteniendo esa fuente de sabiduría y razón que iluminan las tinieblas de un corazón confuso por la situación.
Y un enano que era yo, tan pequeño como mis anhelos y tan gigante como una fantasía, tan feliz como el casado pero tan libre como el soltero, tan cerca de realizarse como tan lejos del cielo, un enano al cual le falta la estatura del ignorante, la debilidad del desafortunado y la desgracia del imbécil.
Soy un enano, un amante de la nada, un estúpido sin ganas de fracasar, pero si con algo…………… con un alguna vez, que será un algún día, que fue un ya paso, y reafirmo con un será.
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