Y yo sola con mis voces,
y tú,
tanto estás del otro lado
que te confundo conmigo.
Alejandra Pizarnik
Aquí sigo...
Habitando las viajas paredes
que en cada murmullo albergó el olvido.
El insomnio aniquiló el sueño
y el reloj de mi vida desafió el óxido del viento.
Edifique mis propios muros para eludir la luz,
mi cielo ha desaparecido y las sombras como
grandes agujeros negros me persiguen.
He sido la barbarie de un mundo en ruinas,
la errante partícula fundida en el dolor de la roca
que contempló el pasado.
Las sombras me devoran,
ávidas de perpetuarse eternas gritan mi nombre.
Estoy cansada de ser presa del ataúd de mi cuerpo.
Lloran a lo lejos, lo escucho, hay alguien allà arriba,
hay alguien lejos de estas penumbras,
quisiera consolarlo, pero sospecho
que es el último llanto de mi suspiro.
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