Juan Amador Gaya
Guardas bajo tu piel
un paraíso cubierto de deseo
y desatas la pasión más oculta
que hay en mi
quisiera acariciarte
como cuerdas de guitarra
mis manos o corcheas
distribuirlas en el pentagrama
de tu armonioso cuerpo.
Quiero así, sin avisar
sin permiso alguno
introducirme en tus eróticos
y cálidos sueños
abrazar tu lecho
que la braza de tu calor
nos consuma al despertar.
Regálame tus madrugadas
que antes de rayar el alba
la yema de tus dedos
hagan una sinfonía
intuyeme un concierto
con el fulgor del toqueteo
termina con el preámbulo
e incursiona en mis manos
el fundir de nuestros cuerpos
con caricias de labios
y bebas así cada parte de mí.
Te espero...
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