Comemos polvo todo el día
comemos polvo por la boca
en tiendas de autoservicio
fabricadas con frío y
artificio
comemos polvo por los ojos
en la tv y en la
computadora
comemos polvo por los oídos
en la radio y en ruido
citadino
comemos polvo
todo el tiempo
todos los días
mientras a los libros
se los come el polvo
junto con ancianos
olvidados con sus historias
y su sabiduría
así también
se los come el polvo
a la historia al recuerdo
al silencio
se los comerá el polvo
hasta que la noche
se vuelva más oscura
y nos hartemos de tanto
y nos asqueemos de tanto
y nos vomitemos de tanto
tragar y tragar
para nunca volver
a tragar polvo
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