Quiero decirle a tu perfume
que no puedo dejar de pensar en ti
Vi a los peatones pasar
entre la avenida y las sucias fincas que tenía el lugar donde solíamos vivir
En donde corríamos hacia el
parque y dábamos vueltas en círculos para jugar a que estábamos ebrios
Dijiste que los días no
pasaban mientras miramos los conejos con forma de nubes
Y desde ese día, tu perfume
sigue sin irse.
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