No eres luz ni oscuridad, eres infinito y una nueva vida.
Eres un calambre en el alma que se lleva consigo toda la
mierda, todos los intentos de una vida sin ti.
No eres maldad, ni clemencia.
Eres el trofeo de una guerra interminable, eres una promesa de
lo eterno, eres un fin sin final.
Eres luna creciente, temor inexistente, sueño con testigos,
ojos de gato con garras de pantera.
Eres la noche que respira, el humo que se aleja, el frío en los
huesos, el retorno al vicio, el umbral.
Muerte, eres los despojos de una aventura que no ha
terminado, un temor fútil, una delicia de la nada,
un dolor sin cuerpo.
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