Entre nubes grises, olores a flores y vientos helados me despidieron
Mi cuerpo aún tenía vida pero mi alma había volado
Escuché a lo lejos algunos lamentos,
Observé ojos lluviosos
Y la tristeza en el rostro de los que me amaron
Había cánticos y oraciones
Bullicio y movimiento, pero cuando entraba el silencio, lo sacudía
todo...
Recuerdos a flote
Sopresa y desconsuelo
Aroma a café
Coronas con expresiones de amor
Música para despedirme.
Poco a poco empecé a dormir
Dejé de escuchar y entre en plenitud
Todo se desvanecía lentamente
Mis sentidos se estaban llendo
El camino a la eternidad abría sus puertas para mí.
Las oraciones y las luces eran lo único que me acompañaba a
emprender ese viaje, ese al que me tocaba morar sola.
Había llegado mi momento
Se había ido todo
Fue como si renaciera y me tuviera que encontrar conmigo misma.
A pesar de la soledad, me sentía observada
Como si en todo momento alguien fuera junto conmigo
Mis pies sentían el pasto en la oscuridad
Mi túnica era transparente y larga
Fue extraño pero no tenía miedo
Las nubes grises me llevaban junto a la Luna
Caminé, caminé, caminé sin encontrar un fin
Hasta que me dormí debajo de un árbol.
Una paz inigualable me acariciaba
Me hacía sentir gozo
El aire iba y venía
Acariciaba mis mejillas...
¡Levántate! Después de mucho tiempo, escuché en mis oídos.
Era una voz dulce y suave
Acompañada del sonido de un arpa
Lentamente abrí mis ojos y mi cielo seguía gris
Las estrellas estaban más cerca
Las contemplé como nunca antes
Con un brillo maravilloso y resplandeciente.
Me puse de pie y seguí la luz que se reflejaba en el suelo de mis
pies descalzos
Sabía que mi camino era aún largo.
Todo era extraño, pero nunca tuve miedo
Sabía que tenía que seguir
Ni siquiera sentía sed
Solo una enorme necesidad de llegar al final.
Ahí estaba yo, sin nada material
Sin nadie de mi mano
Sin mi familia
Como si nada me faltara y lo tuviera todo.
Llegué a un lugar de muchas puertas, con la incertidumbre de
no saber por dónde ir, o cuál abrir.
Me detuve. Dudé. No supe qué hacer.
El cielo me regaló un mensaje:
Me proyectó la película de mi vida.
Regresar el tiempo fue un regalo
Fue un momento de contemplación y meditación.
Habían pasado horas pero yo no entendía, las puertas seguían
cerradas.
No entendía la señal
Seguía sola, sin saber qué hacer.
Decidí sentarme
Me ví en la necesidad de hablar
Recé aquellas plegarias que me enseñaron cuando era apenas
una niña
Pedí
Di gracias y cerré mis ojos.
Lentamente sentí un fuego a mi alrededor
Mi cuerpo nuevamente
Compañía cerca de mí
Voces angelicales
Presencias
Me sentía sorprendida sin poder abrir mis ojos.
Eran ellos
Habían llegado
Mis guías y mis ancestros
Mis mentores
A los que tanto añoré volver a ver y abrazar.
Empezaron a cantar
A generar mucha luz
A llenarme de gozo y alegría
Me abrazaban
Pude sentir su amor
Su bienvenida
Su acompañamiento.
Finalmente me pude parar
Observar el manto celestial junto a mí
Mi espíritu junto al de todos ellos
Mi alma liberada
Era yo
Morir había sido maravilloso
Terminaba mi ciclo en la tierra, pero renacía en la eternidad.
Entonces te conocí, amada muerte
Finalmente tú eras un descanso
Eras el inicio de mi infinita felicidad
El reflejo toda la gratitud que nunca antes había sentido.
Morir fue maravilloso, porque si fue solo un sueño, no quisiera
despertar.
Me reconozco vivo aún después de la muerte.
Morir de esa forma debe ser realmente placentero...Que muerte más dichosa la que se espera...gracias
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