Soneto 13
Dónde va,
¡mi larga cabellera oro de trigo!
Entró al corazón razón, ¡volvió al amor vacío!
La melancolía, surgió y tú no estás conmigo
Perdió su encanto las aves, estrellas y el río.
Tu presencia, ya no miré y estabas ¡ausente!
Contemplé solitario, ¡luz de eterno universo!
Lo sentí tan distinto al faltar tú, ¡diferente!
Pero hundí mis sentimientos, por el tiempo adverso.
¡Sumergí exquisitas flores y extensos paisajes!
Todo aquello, ¡que se adornaba en ti en dulce
encanto!
¡Que en monotonía al tiempo y amigo del viento!
Cuando sonreías, probando mieles y viajes
El mar, ¡abrió brazos helados y ahogó mi canto!
A eternas alturas, ¡solo Dios, sabe que siento!
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