Expresión Libre

martes, 15 de marzo de 2022

Morir fue maravilloso / Cynthia Rodríguez

 


Entre nubes grises, olores a flores y vientos helados me despidieron

Mi cuerpo aún tenía vida pero mi alma había volado

Escuché a lo lejos algunos lamentos,

Observé ojos lluviosos

Y la tristeza en el rostro de los que me amaron

Había cánticos y oraciones

Bullicio y movimiento, pero cuando entraba el silencio, lo sacudía

todo...

Recuerdos a flote

Sopresa y desconsuelo

Aroma a café

Coronas con expresiones de amor

Música para despedirme.

Poco a poco empecé a dormir

Dejé de escuchar y entre en plenitud

Todo se desvanecía lentamente

Mis sentidos se estaban llendo

El camino a la eternidad abría sus puertas para mí.

Las oraciones y las luces eran lo único que me acompañaba a

emprender ese viaje, ese al que me tocaba morar sola.

Había llegado mi momento

Se había ido todo

Fue como si renaciera y me tuviera que encontrar conmigo misma.

A pesar de la soledad, me sentía observada

Como si en todo momento alguien fuera junto conmigo

Mis pies sentían el pasto en la oscuridad

Mi túnica era transparente y larga

Fue extraño pero no tenía miedo

Las nubes grises me llevaban junto a la Luna

Caminé, caminé, caminé sin encontrar un fin

Hasta que me dormí debajo de un árbol.


Una paz inigualable me acariciaba

Me hacía sentir gozo

El aire iba y venía

Acariciaba mis mejillas...

¡Levántate! Después de mucho tiempo, escuché en mis oídos.

Era una voz dulce y suave

Acompañada del sonido de un arpa

Lentamente abrí mis ojos y mi cielo seguía gris

Las estrellas estaban más cerca

Las contemplé como nunca antes

Con un brillo maravilloso y resplandeciente.

Me puse de pie y seguí la luz que se reflejaba en el suelo de mis

pies descalzos

Sabía que mi camino era aún largo.

Todo era extraño, pero nunca tuve miedo

Sabía que tenía que seguir

Ni siquiera sentía sed

Solo una enorme necesidad de llegar al final.

Ahí estaba yo, sin nada material

Sin nadie de mi mano

Sin mi familia

Como si nada me faltara y lo tuviera todo.

Llegué a un lugar de muchas puertas, con la incertidumbre de

no saber por dónde ir, o cuál abrir.

Me detuve. Dudé. No supe qué hacer.

El cielo me regaló un mensaje:

Me proyectó la película de mi vida.

Regresar el tiempo fue un regalo

Fue un momento de contemplación y meditación.

Habían pasado horas pero yo no entendía, las puertas seguían

cerradas.

No entendía la señal

Seguía sola, sin saber qué hacer.


Decidí sentarme

Me ví en la necesidad de hablar

Recé aquellas plegarias que me enseñaron cuando era apenas

una niña

Pedí

Di gracias y cerré mis ojos.

Lentamente sentí un fuego a mi alrededor

Mi cuerpo nuevamente

Compañía cerca de mí

Voces angelicales

Presencias

Me sentía sorprendida sin poder abrir mis ojos.

Eran ellos

Habían llegado

Mis guías y mis ancestros

Mis mentores

A los que tanto añoré volver a ver y abrazar.

Empezaron a cantar

A generar mucha luz

A llenarme de gozo y alegría

Me abrazaban

Pude sentir su amor

Su bienvenida

Su acompañamiento.

Finalmente me pude parar

Observar el manto celestial junto a mí

Mi espíritu junto al de todos ellos

Mi alma liberada

Era yo

Morir había sido maravilloso

Terminaba mi ciclo en la tierra, pero renacía en la eternidad.

Entonces te conocí, amada muerte

Finalmente tú eras un descanso

Eras el inicio de mi infinita felicidad

El reflejo toda la gratitud que nunca antes había sentido.

Morir fue maravilloso, porque si fue solo un sueño, no quisiera

despertar.

Me reconozco vivo aún después de la muerte.

1 comentario:

  1. Morir de esa forma debe ser realmente placentero...Que muerte más dichosa la que se espera...gracias

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