Expresión Libre

jueves, 5 de marzo de 2015

Antes de las palabras… / Carlos Islas

 
     

Antes de las palabras éramos  todo. Formábamos parte del mundo, de la naturaleza como creación perfecta. El caos llegó a nosotros junto con las palabras…
Pájaros cantando, el sonido del aire y las hojas de los árboles en movimiento, el olor de la tierra húmeda, la tranquilidad del hogar.
Éramos la naturaleza, manteníamos un equilibrio natural no pensado. Contemplábamos, no criticábamos. Recorríamos el mundo en busca de comida y un lugar donde refugiarnos del frío, la lluvia o el sol. No en busca de petróleo, oro o tierras que conquistar. Escuchábamos al viento, al río, al mar, al canto de las aves y el murmullo de los bosques. Aprendíamos de la madre tierra, de la organización de las hormigas, del cambio que sufren las orugas o las águilas. No a la caja de pandora que muestra la decadencia del hombre, la venganza, el odio, el fanatismo, el ruido, o la violencia.
Antes de las palabras no había pensamiento, no se perturbaba el hombre. No dividía, no separaba, pero con ello vendría el conocimiento de las cosas, del mundo. Las palabras le dieron una identidad a todas las cosas, animales y lo que hay en la naturaleza. Identidad que sólo le sirve al hombre para sentirse superior al resto de la creación. Se le dio un nombre a cada elemento de mundo, se le conoció y después se le olvidó. Sólo quedó el nombre en la mente, una idea, un juicio.
 Las palabras dieron vida a nuevas palabras, y se nombraron las pasiones, la maldad, la bondad, los vicios, las virtudes; surgió el pensamiento. Unos descubrieron que se podía volar con las ideas y otros decidieron que se podía destruir con las mismas.  Su comportamiento fue peor que los animales más salvajes. Mataron más de lo que se podían comer, acumularon más de lo que podían aprovechar, sometían a sus semejantes y destruyeron la naturaleza.
Antes de las palabras…
El canto de la vida,
después palabras bonitas que simulaban el canto…
Después la desesperación,
la frustración, el miedo, el odio, el grito…
La soledad, el abandono, el silencio… después…
Antes de las palabras…   

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