Expresión Libre

sábado, 5 de noviembre de 2016

La ciudad de los autómatas


Luis Mario

El entorno transformó sus caras con impresión, con la impresión de los arboles convertidos en hojas de papel donde se escuchaban los gritos a los que daba lectura su nota mental. Era un escuchar letal de transformación de un amasijo de carne e información sin un poco de sentido, de sentido contrario para ver correr a las bestias de metal dominando a sus jinetes, mientras recorría parajes de tiempo, de madurez sorprendida con su origen, un origen inventado y vergonzoso, donde los animales se burlan de nosotros. Han alcanzado a apreciar la vida que nosotros hemos perdido, y ¿Quiénes somos entonces? Ni por la ciencia fuimos más bestias de lo que ahora nos jactamos de ser, se nos ha fundido el acero en el cerebro, como un monstruo de ficción, sin comprensión de lo que ha movido su ambición.
Es la ciudad andante sobre engranes de reloj, la que hoy ha amordazado el ultimo quejido del planeta, la que ya no teme nadar en alcohol radiación brillante como luz de día. Se ha creado una nueva serie de hombres en masa: Hombres de fuerza descomunal, y corazón tan frio como el acero, pequeños monstruos de ficción exhibiéndose en cada esquina, es el hombre moderno habitando la ciudad de los autómatas. Potenciada con las creencias paganas en un dios de baterías y un pozo de promesas vacías.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario