Expresión Libre

martes, 28 de mayo de 2019

Hace mucho no la veía sonreír así / Luis Mario





Tiene una mirada de encanto perpetuo y furia discreta guindando entre el silencio y palabras de consuelo. Un brillo singular atraviesa el umbral de su quietud, es una idea incandescente, Un relámpago estridente que contempla la pelea entre lo mundano y lo extraordinario. Una memoria difusa para esbozar una sonrisa, o un silencio pausado para lacerar con improperios lo que está mal en el mundo.  Cráteres en las mejillas que despertarán, y en el medio un torrente escarchado.  Seguramente algo le ha estremecido, sus ojos lo gritan, Desde el fondo de ese torrente el bosquejo de una carcajada que llevaba años dormida extiende su canto para embelesar penas o amarguras y cambiarles el semblante. Temía por su voz diáfana que se esforzaba por ocultar los estragos en un silencio capaz de desgarrar pero que se quebraba por su sinceridad, me sentí honrado y culpable a la vez. El mundo que la contempla maravillado, se encuentra consternado sus propios encantos están peleando por su atención porque en el instante que sus ojos queden expectantes, se olvidará de lo ordinario, temen los habitantes de ese mundo en crisis por su vida intermitente y ruegan al tiempo les dé otra oportunidad, El mundo se resquebraja esperando que la incertidumbre como remedio les devuelva su quietud, sólo entonces recordará que  hay más cosas afuera,  un mundo al que maravillar con su presencia en él. Yo sólo espero ser sobreviviente y se me permita contemplar ese espectáculo una vez más sobre un páramo jadeante. En realidad, el mundo avanza con indiferencia siempre, tal vez no se termina con la indiferencia de una persona, hay quienes no la conocen, supongo, pero es que hace mucho no la veía sonreír así.

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