Expresión Libre

lunes, 12 de enero de 2015

Formando a un espartano / Iván Segura Muñoz


 
la educación militar en la antigua Esparta

durante los siglos VIII-VI a.C.
 
parte II
            
     La formación militar de un espartiata comenzaba desde muy joven, después de haber sido inspeccionado al nacer y ser aceptado en la sociedad espartana (Grimberg, 1979, p. 94), los niños pasaban los primeros años al cuidado de su madre; y al cumplir siete años eran retirados de sus familias para evitar que se formaran fuertes lazos sentimentales. Así daba comienzo la “agogé”, nombre dado al proceso educativo espartano que comenzaba a los siete años y terminaba a los veinte con la unión al ejército y la aplicación plena de los derechos como ciudadano.  

                 La “agogé” pretendía crear individuos hábiles para enfrentar las diversas situaciones que podrían acaecer en la guerra, desde el combate, hasta la supervivencia, así como fomentar la camaradería entre los soldados y el patriotismo. Dicho sistema sumergía a los niños en un mundo difícil, lleno de violencia y constante competencia; Para obtener dureza física, los niños hacían ejercicios gimnásticos todos los días, asimismo los deportes que podían practicar debían estar relacionados con habilidades bélicas, como las carreras y el lanzamiento de jabalina; cuando los entrenadores lo veían propicio enfrentaban a los niños entre sí, además del entrenador, los mismos compañeros humillaban a los más jóvenes para acostumbrarlos a vivir en un ambiente hostil. Por otro lado, se les vestía de igual forma tanto en invierno como en verano; para fortalecer sus pies, iban descalzos y sin importar el clima se les bañaba en el río Eurotas todos los días del año. Para endurecer el

espíritu se les educaba de forma que no expresaran dolor, hambre o frío y se les alimentaba de forma precaria1. Cuando los niños eran mayores se les llevaba anualmente al templo de Artemis, donde se les flagelaba hasta sangrar sin que ellos mostraran dolor; se sabe que en varias ocasiones algunos niños murieron por las heridas causadas pero sin mostrar un atisbo de dolor (p.95), además, se les fomentaba el sacrificio por Esparta, la camaradería, el trabajo en equipo y el ingenio; para fomentar esta última se les permitía a los niños robar alimentos para mejorar su mala alimentación, pero si se les atrapaba en el acto se les castigaba y humillaba públicamente, no por haber robado sino por su ineptitud para evitar ser sorprendidos.  Tras completar la “agogé” los jóvenes estaban listos para la instrucción en las armas, además durante los siguientes diez años los jóvenes pasarían gran parte del año viviendo alejados de la ciudad y sobreviviendo por sus propios medios, mientras acechaban y asesinaban hilotas sin ser detectados, esto formaba parte del rito final llamado “krypteia” mediante el cual demostraban su valía como guerreros y hombres ante Esparta.

                 El sistema educativo espartano era muy estricto e incluso fue tachado de radical por sus contemporáneos, sin embargo no se puede negar la eficacia de dicha instrucción al observar la supremacía militar que Esparta llegó a tener por largo tiempo; Incluso en la actualidad, podemos ver el legado de las prácticas espartanas en muchos ejércitos modernos del mundo donde las situaciones en que se pone a los reclutas son muy similares a las que se sometía a los niños en la “agogé”. Al final, al igual que Maquiavelo para quien el fin justificaba los medios, al Estado espartano no le importaba convertir a sus ciudadanos en seres insensibles y  quitarles la vida a numerosas personas en el proceso para obtener al mejor soldado posible para su defensa.

                 Es posible concluir, que la instrucción espartana por muy radical que sea, es el resultado de un Estado en constante amenaza, no solo externa, sino que su propia conformación social es proclive a rebeliones, por lo tanto, no es de extrañar que las élites buscaran la protección del status quo mediante la creación de un ejército de calidad, el cual, sirviera no sólo de protección, sino de elemento disuasorio para los estratos sociales en constante inconformidad, asimismo como efecto secundario, dicha política dio como

resultado la existencia de una importante potencia militar, que por carencias en su estructura social y gubernamental, no pudo llevar a cabo una política expansionista.

Bibliografía

Grimberg C; Svanstrom R. (1979) .Grecia: De la cultura minoica a la Italia prerromana. Barcelona: Daimon.

Casillas J. M. (1997). La antigua Esparta. Madrid: Arco Libros.

Gómez Espelosín F. J.(2001). Historia de Grecia antigua. Madrid: Akal.

Hernández F. X; Rubio X. (2010). Breve historia de la…Guerra antigua y medieval. España: Nowtilus.

A la memoria de Jorge Armando Campos Juárez.

 

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