Expresión Libre

lunes, 12 de enero de 2015

Génesis según la serpiente / Víctor Hugo Medel Gómez


 
Me encontraba descansando a la sombra de un manzano cuando vi pasar a aquella  hermosa criatura del señor. Ella venía  hacia    con un delicado paso y la primer y más bella sonrisa de la historia, estaba totalmente hipnotizado, ella se paró   frente a mí y me habló con una vos dulce y delicada  la cual me saco al instante de aquel transe;”  Buenos días señor serpiente” me saludó con mucha dulzura, inmediatamente me puse a sus órdenes, Eva me preguntó que si no había visto Adán por ahí.
 La verdad es que no lo había visto y como un caballero nunca le mentiría a una dama.
Parecía estar preocupada, se  movía con pasos  muy torpes, no parecía ser muy inteligente, y estaba muy delgada, pobre muchacha.
Por cortesía  la invite a comer unas manzanas. Ella se negó, me dijo que su padre le tenía prohibido comer manzanas  del árbol en que me encontraba descansando.
Yo le conteste que no se preocupara, que las manzanas no hacen mal, al contrario   contienen muchos nutrientes beneficiosos para la salud  y que si a Yahvé  no le gustan no es excusa para negárselas,  después de disuadirla  un  poco Eva aceptó comer la manzana sin reproches y se sentó a un lado  mío, una vez entrados en confianza  ella comenzó a hacerme algunas preguntas que en verdad no me esperaba.
Yo no le di ninguna manzana de la discordia que la  haría reconocer el bien del mal, la chica solo tenía curiosidades que  su padre no le contesta y yo si se las respondí, la manzana que comió no le trajo ningún prejuicio, solo es fruta, lo que en verdad ocurre es que Eva  está entrando en la  adolescencia  y yo fui su maestro de sexualidad.
 

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