Expresión Libre

martes, 3 de febrero de 2015

Entre la espada y la pared / Iván Segura Muñoz




Las élites políticas de Jalisco durante la Intervención y el Segundo Imperio
Parte I


¿Por qué el Segundo Imperio?


El período denominado como el Segundo

Imperio es conocido popularmente por haber

sido un gobierno que fue promovido por los

soldados franceses, en el que el máximo

regente fue un noble austriaco miembro de la

casa de los Habsburgo llamado Maximiliano,

el cual intentó promover un gobierno y

costumbres acordes al viejo continente y que

no habían sido vistas en México desde el

Imperio de Iturbide. Por otro lado es también

popular el personaje de la emperatriz Carlota

de Bélgica, quién en un intento desesperado

por ayudar al Imperio en decadencia de su

esposo, fue a buscar ayuda a Europa, y al no

encontrarla se volvió loca. Finalmente este

episodio de la historia concluye con un final

"feliz" para el gobierno de Juárez, puesto que

de estar a punto de la derrota, las armas

republicanas comienzan a obtener victorias y

recuperar territorio hasta que el destino del

Imperio queda sellado con el sitio de

Querétaro y el fusilamiento de Maximiliano

junto a sus principales generales Miramón y

Mejía en el cerro de las campanas.


Con el pasar de los años este periodo de la

historia ha servido para múltiples fines que

van desde el consolidar la imagen de la

República y a Juárez, aumentar el panteón de

caudillos mexicanos y la historia de bronce

mexicana, embadurnar con una imagen

heroica al ejército mexicano tras la "gran"

batalla del cinco de mayo, y finalmente, en

años recientes crear novelas a partir de la

imagen romántica de la pareja imperial. Sin

embargo el Segundo Imperio es mucho más

que batallas y disputas políticas: fue todo un

sistema de tipo monárquico que decretó leyes,

cobró impuestos y buscó el reconocimiento de

otras naciones, por otra parte existen

numerosas ideas erróneas acerca de la

Intervención y el Imperio, por ejemplo,

actualmente siguen vigentes en el estudio de

este periodo las etiquetas creadas por la

historia oficial para denominar a los

personajes de ambos bandos, pero considero

que no es acertado tachar de buenos o malos,

traidores o no a los actores que participaron

en este período debido a que los personajes de

cada lado guiaron sus acciones de acuerdo al

rumbo de los acontecimientos generales y de

sus propios intereses, ya que ni los

imperialistas ni los republicanos

conformaban grupos homogéneos, por el

contrario, ambos lados estaban divididos

según sus ideas y cada personaje se alineaba

con el partido que le conviniera según sus

propios intereses.


Por otro lado el ejército francés estaba

conformado no sólo por soldados franceses —

en realidad estos ocupaban los puestos de

mando en la mayoría de las veces— sino que

las fuerzas enviadas a México estaban

conformadas por soldados de numerosas

nacionalidades desde argelinos hasta

alemanes y con diversos orígenes como

soldados reclutados en las colonias francesas

y mercenarios contratados para la campaña

en México.


Si bien el imperio fue planificado y sustentado

por una nación extranjera; no hubiera podido

ser viable de no ser por un grupo de

mexicanos que le dieron su apoyo e incluso

animaron a Napoleón III para que llevara a

cabo su empresa en México, asimismo el

gobierno, su desarrollo y posterior caída

tomaron lugar en territorio mexicano por lo

que este episodio no puede verse como algo

exterior y ajeno al país sino como parte de su

devenir histórico; finalmente la historiografía

decimonónica acerca del tema se enfocó más

a defender su causa y atacar a los contrarios

para posteriormente crear una visión heroica

de la lucha y sus caudillos por parte de los

vencedores, colocando en el papel del malo al

Imperio junto a Maximiliano y de traidores a

sus colaboradores mientras que los vencidos

buscaron comprender un poco el régimen sólo

para justificar su derrota y limpiar su honor.


Por otro lado gran parte de la historiografía

del siglo XX aprobó la versión oficial de los

hechos, e incluso fue utilizada por el gobierno

revolucionario como herramienta de

legitimización y no fue sino hasta años

recientes que se comenzó a cuestionar la

imagen oficial de la Intervención y el Imperio,

así como comprender el funcionamiento del

gobierno de Maximiliano, la importancia del

ejército tanto para los republicanos como los

imperialistas, y sobre todo el papel que jugó la

nación mexicana en medio de la lucha entre

República e Imperio.

                                                                                                     Continuará...

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