Expresión Libre

sábado, 16 de enero de 2016

Un día normal / Mario E. Pineda Quintal


-Un día normal, por favor-
me piden antes de salir.
No respondo OK,
voy a mi cuarto y me cambio los calcetines por un par del mismo color,
pero en la mochila llevo un disparejo,
qué tal si al rato duelen los pies.
Afuera de casa, esperan mis taxistas personales.
-Hoy no buitres, no me llevarán volando al trabajo,
iré a la esquina a esperar el autobús, hoy soy normal-
Subo al transporte y platico con la persona sentada a mi lado.
-Necesito un trabajo normal, solo por hoy-
-No soy bolsa de empleo, pendejo-
Al bajarme, visito negocios donde solicitan vacantes para ocho horas y más
¿Qué sabes hacer?
-Analizo vómitos de borrachos, busco vida en ellos-
-No tengo tiempo para bromas, a chingar gente a otro lugar-
Me dicen en todos lados.
Los cantineros no dejan de marcarme.
-Ya voy a trapear, ¿vas analizar los de anoche?-
-No puedo, hoy no puedo trabajar de eso-
Nadie me contrata,
Y por ser normal,
la nube que me provee de agua no se acercó,
los buitres con mi ración de carroña, menos,
tuve que comer hamburguesas de un carrito.
Día desperdiciado,
mejor rescato la chamba,
ya debe haber alcohólicos por ahí,
igual y consigo una muestra de sus vómitos,
y al rato encabezo las noticias científicas.

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