Expresión Libre

viernes, 16 de octubre de 2015

Extraños / Jesús Alfonso Silva Iñiguez


En los lugares más peligrosos en los que nos encontramos es donde nos sentimos extraños de verdad, vemos en los rostros de los demás nuestros temores. Por raro que parezca no es lo más importante la persona que estamos viendo sino donde la vemos. Si nos encontramos en un lugar confortable las personas nos parecen buenas, pero si cambiamos el escenario, no nos es tan grata determinada persona. En ocasiones me sucede, que veo a alguien y pienso que es peligrosa esa persona y el escenario en donde la veo juega un papel importante en esa apreciación hacia los demás. Recuerdo trabajar con varios tipos de aspecto muy peligroso y tras conocerlos confirme que se trataba de gente de alguna manera peligrosa ya sea por su carácter agresivo, por su tendencia hacia las cosas ilícitas y la cuestión es la siguiente: cuando conoces a alguien por peligroso que este sea, los temores desaparecen, aunque sepas que es alguien en el que no se puede confiar demasiado y esto es porque ya lo conoces sabes de que aspectos cuidarte de esa persona; creo que el problema radica en el trato que tenemos unos con otros es en lo desconocido, pues al tratar con la gente se llega hasta generar un amistad o por lo menos una empatía en el peor de los casos una enemistad que te distanciaría de ese antes desconocido.
Esta cuestión de lo desconocido aparece más claramente cuando estás perdido, una vez saliendo de una reunión con amigos, de la cual me retiré temprano por vivir lejos, tomé el alimentador del macrobús, para empezar me di cuenta de que en ese trasporte que yo no tomo casi nunca se ocupaba cambio exacto, cosa que yo no tenía, pero el camionero sin conocerme y sabiendo de la peligrosidad de la zona, me dijo que me subiera que me daba aventón, yo agradecí y pasé a sentarme. Una vez que llegué al lugar a donde iba, pensé que todo estaba resuelto, pero al bajarme espere media hora incluso más y no pasaba el camión en el lugar donde yo lo tomaba años atrás para regresar de la casa de mi abuela. Me decidí a preguntar y me topé con un tipo con aspecto cholo como dicen los tiras, y le pregunté, él me dijo baja por aquí, y eso me hizo recordar una vez en la que el esposo de una prima me llevó por allá y para asustarme me dijo te voy a bajar aquí, viajábamos en una moto, eso lo hizo porque en ese barrio existe un pandilla llamada los perrotes, al pasar estaban como se dice en la jerga chola tirando barrio, y no voy a mentir me pasó como la canción, “sólo me dio frío tu calor”, como diría los de la Lupita en el cover de José José, dije bueno aquí quedé, pero mi primo político sólo trataba de darme una lección que nunca entendí del todo o simplemente se divertía conmigo; la cosa fue que ese recuerdo me hizo dudar y al caminar hacia donde me dijo el compa me topé u otro extraño y le pregunté lo mismo si sabía dónde era la parada del camión y le conté la dirección que me acababan de dar a lo que él me dijo: - Nel, Carnal, te querían mal vibrar, es más para arriba. Y pasé junto al malandrín que me dio mal la dirección y lo vi fijamente por un momento, en mi mente le dije una letanía digna de Polo Polo y llegué tras una o dos cuadras al lugar donde esperé el camión, resulta que desde que pusieron el bendito macrobús el camión pasa en dirección opuesta. Por fin tomé el camión y llegué a tomar un tercero que pasó milagrosamente tras un cigarrillo, que me fumaba mientras esperaba. Con esta experiencia me doy cuenta que es exactamente de eso de lo que tenemos miedo, tememos que alguien por no conocernos traté de engañarnos y busque mal vibrarnos, el escenario tiene mucho que ver con lo que digo pues de haber preguntado al mismo malandrín en el Hospital, si conocía tal o cual zona como la cafetería, podría mandarme a un lugar que no corresponda a lo que pregunto, pero sin las consecuencias que hubiera tenido, entrar a ese barrio a esas horas. Entiendo ahora, porque no confiamos unos en otros, al ser desconocidos y porque preferimos pasarnos a otra acera si nos topamos a un extraño en la noche.

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