Expresión Libre

viernes, 16 de octubre de 2015

Llorar & sonreír / Cesar Corona


Llorar no sólo limpia el alma, también la mirada para ver la vida más clara, y así saber que a pesar de todo, aún somos capaces de sonreír.
Llorar nos hace sentir vivos, nos recuerda la fragilidad de nuestros adentros que por efímero que sean también vale la pena sonreír.
Sonreír hermosea y arruga a la postre el rostro, aclara la intención y aligera aquellas sombras que se aferran a la senda de los días.
Llorar y sonreír, sentimientos tan opuestos y cercanos que salen del mismo sitio, el alma.
Del alma brotan este par de cauces naturales sin autorización, fluye sin recato alguno hasta contagiar el entorno.
Llorar y sonreír, misma cara, diferente curvatura.

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