A mí me tocó ser pobre / Prof. José Escobedo Coronado

A mi me tocó ser pobre...
En verdad... ¡rara la vida!,
Si naces en techo humilde
Cualquier pelado, ¡te trilla!

Si es el cura...
¡De mil sermones te llena!,
" La paz no está en éste mundo...
En el más allá... ¡te espera!".
Y si quieres... ¡protestar!
¡Por la injusticia terrena!;
¡No tienes escapatoria...!
¡Te excomulga!, ¡te condena!
¡Infierno en vida yo llevo...!
Y...aunque Diosito se enoje,
¡Pa’ mi que no se midió!;
En eso de... ¡la igualdad...!
No supo bien lo que hacía...;
A millones... ¡nos dio nada!
A unos cuantos, ¡oro y plata!;
Los más a trabajar duro...
Los poquitos, ¡a la holganza!


Los señores cardenales...
¡Los señores arzobispos!;
Caminan como en las nubes...
Se codean bien, ¡con los ricos!
¡Onésimo juega golf!
Y el tal cardenal Norberto...
Con zalameros sermones,
¡Exime y lisonjea al muerto!;
En las exequias de Hank...
Sin más... ¡lo declaró absuelto!
Al rico el nicho y la gloria...
Los honores... ¡y el incienso!

A mí me tocó ser pobre...
¡Qué raro es mi Padre Dios!;Si todos somos sus hijos...
¿Por qué tan mal...repartió?
¡Bien que tiene preferidos...!
Eso es... ¡discriminación!
A Fuentes le dio intelecto,
A Sin... ¡la telefonía!;
A Azcárraga Jean empresas...
Muy buen cuerpo... ¡a la Thalía!
A mi me dio la esperanza...
¡Vivir...!, ¡de la fantasía!

Una larga lista... ¡espera!
Al pobre antes de nacer;
¡Carga con la deuda externa!,
¡Con los dueños del poder!;
Sufre, se alquila... ¡se vende!
Sólo... ¡para mal comer...!;
Aporta ignorancia y llanto...
Su fuerza... ¡hasta envejecer!

¡Pero “ Dios así lo quiso “!
¡El no puede equivocarse!
Si a mí me tocó ser pobre...
Pues ni modo...a conformarse.
¡Qué se llenen los patrones!
¡Qué la libre empresa...sea!;
Que el sistema... ¡financiero!
¡Se apodere...!, ¡de la aldea!;
Que al fin y al cabo esta vida...
Va de paso... ¡pa’ quien sea!

Pero... ¡mi Diosito Santo...!
¡Aunque de hereje me trates!,
¡No me descobijes tanto!;
Ya que tienes consentidos...
Por cierto, ¡muy bien cebados!;
¡Amárralos ya un poquito!
Todos andan... ¡desatados!;
¡El robo es un gran pecado!
¿Acaso...se te ha olvidado?

¡Pobre Diosito...!, ¡en tu nombre...!
Se amparan... ¡los desgraciados...!.

¡A mí me tocó...!, ¡ser pobre...!
Y quien me explota, ¡es el hombre!